Parón

La economía de China echa el freno en el segundo trimestre

Avanza un 6,3% acosada por el bajo consumo, los apuros del mercado laboral y la crisis del sector inmobiliario

A large video screen shows an image of Chinese President Xi Jinping taking his oath after he is unanimously elected as President during the China's National People's Congress (NPC) head, in Beijing, Saturday, March 11, 2023. China on Saturday named Li Qiang, a close confidant of top leader Xi Jinping, as the country's next premier nominally in charge of the world's second-largest economy now facing some of its worst prospects in years.
Una gran pantalla de video muestra una imagen del presidente chino, Xi Jinping, prestando juramento después de ser elegido por unanimidad como presidente, el sábado 11 de marzo de 2023Andy WongAP Photo

La economía china registró un crecimiento interanual del 6,3% en el segundo trimestre, un porcentaje inferior al previsto que ha sembrado dudas sobre si podrá alcanzar su objetivo de crecimiento para todo el año, de en torno al 5%. El país se enfrenta a diversos problemas como el bajo consumo, un mercado laboral en apuros, una larga crisis inmobiliaria o el temor a la deflación, y, en consecuencia, su Gobierno se ve cada vez más presionado para presentar un paquete de medidas de estímulo para la segunda economía mundial.

El gigante asiático, liberado desde diciembre de las estrictas políticas de control de la Covid-19, estaba llamado a resurgir como motor del crecimiento mundial. Sin embargo, los datos oficiales publicados el lunes mostraron la persistencia de un crecimiento desigual, donde los problemas que afronta actualmente superan todas las expectativas, entre ellos una ralentización del consumo, un elevado riesgo en el sector inmobiliario, una caída de las exportaciones, un desempleo juvenil récord y una deuda pública desorbitada.

El crecimiento del producto interior bruto (PIB) del segundo trimestre fue inferior al 6,8% previsto por el proveedor de datos chino Wind, pero superior al 4,5% del primer trimestre, según los datos publicados por la Oficina Nacional de Estadística. En el primer semestre del año, el PIB chino creció un 5,5% en comparación con el mismo periodo del año anterior, por encima del objetivo de crecimiento para todo el año fijado por Pekín para 2023.

La producción industrial, indicador de la actividad en los sectores manufacturero, minero y de servicios públicos, creció un 4,4% interanual el mes pasado, frente al aumento del 3,5% registrado en mayo. Por otra parte, la inversión en activos fijos -herramienta convencional de Pekín para impulsar el crecimiento- aumentó un 3,8% en los seis primeros meses de 2023, en términos interanuales, por debajo del aumento del 4% registrado en los cinco primeros meses del año. En el caso de la inversión privada, indicador clave de la confianza de los particulares, descendió un 0,2% respecto al año anterior en el periodo enero-junio, frente a la caída del 0,1% de los cinco primeros meses.

Entre tanto, la tasa de desempleo de la población de 16 a 24 años alcanzó un nuevo máximo del 21,3% en junio, frente al 20,8% de mayo.

El lastre del ladrillo

Asimismo, la inversión inmobiliaria cayó casi un 8% en el primer semestre del año, lo que supone un declive cada vez mayor de un sector que representa hasta una cuarta parte de la segunda economía. El sector inmobiliario del país está luchando por salir de una crisis crediticia después de que el Gobierno tomara medidas enérgicas contra sus niveles de deuda en agosto de 2020. Tras años de crecimiento exuberante, se han construido ciudades fantasmas en las que la oferta supera a la demanda, mientras los promotores buscan sacar provecho del deseo de tener una vivienda en propiedad y de la inversión inmobiliaria.

En cuanto a la inflación, el índice de precios al consumo (IPC) anual de China se mantuvo estable en junio, un dato que suscitó gran interés. “Los precios al consumo están en horas bajas, pero la economía china no reúne condiciones para caer en la deflación, sobre todo si se tienen en cuenta indicadores económicos como la tasa de crecimiento económico y el volumen bruto de dinero”, ha declarado hoy lunes Fu Linghui, portavoz de la ONE. “El PIB creció un 5,5% en el primer semestre en términos anuales, mucho más que otras grandes economías del mundo”, ha asegurado Fu, “mientras la economía sigue recuperando impulso en medio de los crecientes obstáculos mundiales, frustrando a quienes anticiparon lo contrario”.

El 5%, factible

Los analistas chinos afirman que se prevé que el país siga ganando ritmo en el segundo semestre de este año, y que el objetivo de crecimiento anual del PIB, fijado anteriormente en torno al 5%, está al alcance de la mano.

La recuperación del país ha sido más débil en consonancia con las expectativas del Fondo Monetario Internacional (FMI) de una recuperación "inestable" de la economía mundial, debido a que la geopolítica, el endurecimiento monetario y la inflación, aunque en descenso, siguen lastrando el ritmo de crecimiento. El FMI estima que la economíachinacrecerá un 5,2% en 2023, tras una expansión del 3% en 2022, al beneficiarse de una plena reapertura durante este año. Algunos analistas esperan que el Banco deChinaofrezca más estímulos y que el Gobierno impulse el gasto para estimular el crecimiento.

A principios de año, Goldman Sachs había afirmado que la reapertura de la economíachinay la plena recuperación de la demanda interna del país podrían elevar la producción mundial en torno al 1% en 2023 y provocar un repunte de los precios del petróleo.