Finlandia
Andrés Álvarez: "Es necesario que los gobiernos dejen de pensar a 4 años vista y edifiquen sobre un modelo educativo sostenible"
Andrés Álvarez es de esos expertos que buscan algo más de la vida. Con apenas 18 años empezó a formar parte de diferentes proyectos de ayuda humanitaria. Desde entonces ha ido moldeando su carrera digital como mejor le ha parecido, absorbiendo conocimiento y experiencia de cada empresa en la que ha trabajado. Su paso como manager por Domestika, DiarioMedico y Expansión le sirvieron para conocer el funcionamiento interno de empresas nacionales. Tras un breve periodo en Habber Tec, se adentró en el mundo del emprendimiento con proyectos como Modusli o MyEgoo. Los cuales compaginó con su anterior puesto de Online Sales & Marketing Director durante el tiempo que trabajó en MásMóvil.
Después de cursar un MBA y de valorar varias alternativas me enrolé en una micropyme que tenía como misión generar la primera cadena de montaje de webs. Teníamos que pasar de generar 30 webs al mes a unas 500 y me pareció un reto tan grande y sin replica en otros mercados que no pude decir que no. Aquel proyecto se llamó Domestika y aún funciona como la mayor comunidad de diseñadores del mundo.
Estudié en EEUU parte del bachillerato y recuerdo que a los 15 años nos llevaron a una feria y experimenté por primera vez (1992) lo que sería un casco de realidad virtual. Ese momento me marcó. Todo lo que viene después es menos emocional. El instituto de Empresa, Domestika, Expansión o Vocento, Myegoo, MásMóvil... Si tuviera que analizar desde un punto de vista puramente profesional qué cosas me han enseñado más resaltaría 4 puntos: Domestika y el creciminiento que logramos (de 8 a 70 empleados y de 0,3 a 4mill de facturación), al igual que MásMóvil (de 100mil clientes a 800mil), pero, sobre todo, mis dos grandes fracasos, mi primera “startup”: una cadena de tiendas de tecnología “gadget” donde perdí hasta la camisa y mi época como director de infoempleo.com donde me tocó recortar el 60% de la plantilla. A día de hoy haber estado en procesos de crecimiento exponencial me ha aportado templanza, pero, por encima de todo, haber estado en situaciones límite, ya fuera en negocios propios o ajenos, me ha llenado de serenidad.
El ser humano es por definición inmovilista y resistente al cambio, y lo es porque hay un momento en la carrera de las personas en las que el status quo alimenta a tanta gente que modificarlo destrozaría un orden establecido donde todo el mundo se beneficia. Yo fui gerente de Expansión.com cuando la dirección de Marketing de aquellos tiempos no podía dejar de regalar vajillas y DVDs. El problema de adaptar redacciones, diferenciar contenido (la inmediatez de la web frente a la reflexión del papel), borrar costes estructurales obsoletos, etc., estaba siempre por debajo del hecho de que había tanta gente comiendo por cómo se hacían las cosas antes que cambiarlas suponía que toda una generación te viera como un demonio cuyo único fin era destrozarlo todo. Los principales frenos al cambio son el miedo a perder prebendas y beneficios adquiridos y las principales palancas son esa misma gente una generación menor y el orden que los nuevos establecerán.
No es diferente la lucha por la digitalización a la que tuvo lugar por el monopolio del hielo cuando surgieron los frigoríficos.
El grande innova porque quiere o puede, el pequeño no tiene otro remedio. Si tú tienes un millón y tu competencia cien millones, la innovación es casi un castigo ineludible. Innovas para diseñar productos que no se parezcan, innovas para comunicarlos, innovas para captar, para retener, para fidelizar... La innovación en MásMóvil va en el ADN de quien sabe que sólo tiene una bala donde otros pueden permitirse el lujo de vaciar un cargador.
Siempre he visto la innovación como una necesidad que sale del hambre. No creo que cambie de opinión. Las mayores disrupciones de la historia no han salido nunca del departamento de innovación del monopolio reinante. Esto es un hecho. Así que o recuperamos el hambre que nos trajo aquí o compramos el resultado del hambre de otro.
Cada vez veo menos países. Finlandia fue un referente en innovación, Sudamérica esta saltándose varias etapas en el gap digital, EEUU domina los lenguajes de programación que perfeccionan los indios, Europa es un gourmet digital... Aun así mis referentes no son las sociedades del bienestar donde la digitalización es un derecho, prefiero fijarme en el uso de la tecnología que hacen países en vías de desarrollo donde teléfonos analógicos en zonas sin estructura de red permiten desde el conteo electoral hasta la concesión de microcréditos. Mis referentes podrían ser los que van por delante en la educación, como los nórdicos. La educación digital es revolucionaria porque admite tantos modelos de aprendizaje como alumnos tiene.
La política aún no lleva la innovación digital en su adn, como la economía. Todos los partidos enarbolan una bandera que no utilizan en su día a día más que para comunicar. Creo que todavía hemos de ver un cambio profundo en este sentido. Algo que convenza a la clase gobernante de que, pese a que el grueso de la gestión política sea griega y pueda permanecer así, es necesario que los gobiernos dejen de pensar a 4 años vista y edifiquen sobre un modelo educativo sostenible donde la tecnología sea una herramienta tan innata como el lenguaje. Ojalá saber programar fuera mañana tan importante como hablar inglés hoy.
Un tipo que pierde pelo... así que mejor con gorra! Todos somos expertos en aquello a lo que dedicamos el día a dia. Soy una persona inquieta, curiosa, cazadora de pasiones, o mejor dicho de gente apasionada, y permanentemente maravillado por todo lo que llena las 24 horas de un día. Muy probablemente sería lo que soy independientemente de mi trabajo si lo llamara trabajo, pero resulta que también es mi pasión... así que no lo puedo disociar.
Dicen que la clave de un directivo no es saber qué incendios apagar, sino elegir con cuidado cuáles debe dejar arder.
¿Qué fuegos has dejado arder? Cuéntanos uno.
A David García Fuentes, Chief Digital Officer de Buongiorno ntt Docomo.
Pasaría uno con Justo vaciando los anaqueles de 24symbols!
Si pudiera elegir, seguramente “volvería” (porque nunca se abandona) a estudiar. Sin duda alguna. Algo relacionado con neurología, o física. Y por las tardes literatura y filosofía....
Bromas aparte, creo que cuando estudiamos no paladeamos el conocimiento. Simplemente es una obligación. Y creo que necesitas haber vivido para saborearlo completamente... Como creo que a los 15 por mucho que lo pretendas no disfrutas igual un buen whisky como a los 38!
Quedar con unos amigos, unas cervezas...
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