El absentismo laboral se dispara un 10% y alcanza los 3,9 millones de bajas

Los datos equivalen a que 758.181 trabajadores no acudieron ni un día a su puesto en 2015. El gasto en prestaciones por estas contingencias sube un 7,1% y llega a los 5.086 millones

Tras años conteniéndose por el efecto miedo de la crisis económica a perder el empleo, el absentismo laboral comenzó a repuntar en 2014 y se disparó de forma definitiva el 2015. El número total de procesos de incapacidad temporal por contingencias comunes sumó el año pasado 3.934.380, un 10,23% más que en el ejercicio precedente, según reflejan las estadísticas del Ministerio de Empleo y Seguridad Social y de la Asociación de Mutuas de Accidentes de Trabajo (AMAT), a las que ha tenido acceso LA RAZÓN. La duración media de las bajas de mantuvo estable en el entorno de los 42 días –42,36–.

Si se extrapolan, estas bajas equivalen a que 758.181 personas no acudieron a sus puestos de trabajo ningún día del año pasado, lo que representa un aumento del 9,66% con respecto a 2014. Teniendo en cuenta la afiliación a la Seguridad Social, eso significa que en 2015 el 4,85 por ciento de los trabajadores no acudió a su puesto de trabajo.

Los números que arroja esta extrapolación se han disparado en los dos últimos años. En 2013, tocaron fondo en 661.394. En 2014 escalaron hasta los 691.394. Y el ejercicio pasado se desbocaron por encima de las 750.000.

El absentismo lleva aparejado un coste económico tanto para las empresas como para el Estado, que también aumentó de forma sensible el año pasado. Según las estadísticas, el gasto necesario para financiar la colaboración en la gestión de la prestación económica de las bajas de las compañías que colaboran con la Seguridad Social ascendió en 2015 a 5.086 millones de euros, un 7,12 por ciento más que en 2014. Para las empresas, el coste interno derivado del pago de la prestación económica a los trabajadores entre el día 4 y el 15 de estos procesos de baja, las cotizaciones sociales, complementos, mejoras y sustituciones estará en torno a los 4.500 millones de euros.

A los costes propios del pago de las bajas hay que sumar también las pérdidas potenciales que provocan a la actividad económica. AMAT calcula que el coste de oportunidad estimado en relación al PIB puede rondar los 54.000 millones de euros. En conjunto, calcula que el coste total del absentismo para la economía española estará en el entorno de los 64.000 millones.

El absentismo ha sido tradicionalmente una de las principales disfunciones del mercado laboral español. El IV Informe Adecco, tras analizar datos de absentismo de España, Suiza, Dinamarca, Finlandia, Estonia, Australia, Canadá y Estados Unidos, apuntaba a mediados del año pasado que el absentismo es más alto en aquellos países en los que la cobertura por enfermedad es más generosa o se obtiene con más facilidad. Así, desde la empresas de trabajo temporal se asegura que el absentismo es más alto en aquellos países en los que la protección salarial es superior. Suiza y España se han caracterizado por ser los países con mayor nivel histórico de bajas laborales. Por su parte, Estados Unidos se ha situado como el país que presenta los menores niveles históricos de bajas laborales mientras que el resto de países ha presentado niveles de bajas laborales medias y estables.

En su informe, Adecco aseguraba que uno de los principales problemas de España era la falta de flexibilidad laboral. El 91% de las empresas controla las ausencias de sus trabajadores mediante licencias y permisos, exigiendo la presentación de justificantes médicos o de otro tipo. Tan sólo el 2% de ellas dispone de paquetes de horas anuales o sistemas de flexibilidad horaria que faciliten la conciliación de la vida laboral y personal.