Grecia
El alumno aventajado
Como es habitual en estas fechas, las agencias de calificación o de rating comienzan a revisar las notas que adjudican a los emisores de renta fija. Hasta hace escasamente un año, sólo pensar en ello nos producía escalofríos, pues las probabilidades de que al reino de España le rebajasen su calificación eran muy altas. El alumno que no estudia siempre tiene pánico a los exámenes.
Sin embargo, y desde hace dos años, los calificadores comenzaron no sólo a decirnos que el alumno llamado España ya no era uno de los desaventajados, sino que después de unos años previos con una de las políticas económicas más desacertadas que se recuerdan, comenzaba a mejorar. En estos momentos, y después de un duro ajuste, España puede afrontar con alegría los próximos exámenes. El alumno que no estudia siempre dice que el profesor pone un examen para «pillarle».
Pero hoy España figura a la cabeza del crecimiento de Europa, que por cierto es la zona geográfica que lastrará el aumento del PIB mundial en los próximos meses. El alumno España se empeñó en hacer bien sus deberes porque, al contrario que otros países como Grecia, aquí entendimos que había que esforzarse y estudiar, no echar la culpa al «profe», sino a lo desatinado que se había estado anteriormente. España ha pasado de ser denostada a conseguir atraer capitales para la inversión y a convertirse en un ejemplo de cómo acometer las reformas para salir del pozo de la mejor manera, y no mediante caminos falsos (quitas o reestructuraciones de deuda, abandono de la austeridad, etc.). El alumno que no estudia siempre dice que se trata mejor a los «empollones».
En este escenario, España merece un aumento en la nota de las agencias de calificación. Ese rating que muchos critican, pero que es tan importante. Pregunten si no a los bancos griegos por la importancia de la calificación que, en su caso, hará que no puedan poner como garantía de financiación la deuda griega. El alumno que no aprueba siempre se queja de que no tiene vacaciones.
A día de hoy, y debido al esfuerzo de los ciudadanos españoles y con la ayuda de un severo plan de estudios de la denostada troika, España puede ver recompensado su esfuerzo en un más que probable aumento de su calificación. ¿En qué se traduciría? En menores tipos, en más facilidades de financiación, en bajada en la prima de riesgo, en mejor salud de las entidades de crédito y, sobre todo, en un descenso del paro.
*Coordinador del Departamento de Investigación del IEB
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