El Banco de España prevé que la economía empiece a crecer en el tercer trimestre

Madrid- El gobernador del Banco de España, Luis María Linde, aseguró ayer que el arranque del año confirma que «la peor fase de esta segunda recesión ha quedado atrás». La afirmación refrenda las tesis del Gobierno, no siempre coincidentes con las del regulador bancario, respecto a la recuperación, sustentada en tres palancas: la reducción del gasto, dentro del proceso de consolidación fiscal, el sector exportador y las buenas previsiones del sector turístico, que podría entrar en registros récord este año.

«Las mayores caídas del producto se produjeron a finales del año pasado y los últimos datos apuntan a una moderación en la contracción del PIB que, a finales de año, incluso a partir del tercer trimestre, podría dar paso a tasas de crecimiento positivas», avanzó Linde, quien enumeró las señales que, a su juicio, hacen prever el inminente final de la crisis.

Entre ellas, durante su intervención en la Comisión de Economía y Competitividad del Congreso de los Diputados para presentar el Informe de 2012 del Banco de España, destacó que el «grueso» del proceso de consolidación fiscal se ha llevado a cabo a través de la reducción de gastos».

«Estamos en la senda adecuada», dijo Linde, quien subrayó la existencia de «bases sólidas» capaces de generar empleo si se prosigue en la senda de reformas. El gobernador del Banco de España valoró también la buena marcha del sector exterior, área en la que se está produciendo una corrección «más rápida e intensa».

El gobernador del Banco de España destacó el superávit de la balanza por cuenta corriente en la segunda mitad del pasado año –«algo que no había sucedido desde la puesta en marcha del euro»–, así como las previsiones de superávit para 2013, 2014 y los años sucesivos. Este comportamiento refleja, además, la recuperación de la competitividad.

Sin embargo, advirtió de que es necesario «profundizar» esta mejoría a través de la contención salarial, aunque negó que la actual reforma laboral se haya quedado corta. «Ni lo he dicho, ni lo pienso», remarcó.

Sobre este asunto, explicó que, aunque el organismo defiende en su memoria anual de 2012 que «la gravedad de la situación aconseja explorar mecanismos excepcionales para evitar que el salario mínimo actúe como una restricción», el Banco de España no defiende la supresión del salario mínimo interprofesional. «Es una invitación a que se estudie, no la supresión del salario mínimo».

Asimismo, sobre la reestructuración del sector financiero, defendió que el rescate bancario ha servido para salvar los depósitos, generar un coeficiente de solvencia del 11,6% (frente al mínimo exigido del 8%) y no descartó la posibilidad de una ampliación de la ayuda. «Si no se entiende eso, no se entiende nada. Es evidente lo que se ha salvado. No a los accionistas, no a los consejeros. Se han salvado los depósitos».

Por último, apostó por «fórmulas complementarias» de capitalización, tanto públicas como privadas, adicionales a las pensiones públicas y que refuercen el ahorro de los cotizantes.