Economía

El «dumping» chino pone en jaque al sector del acero

Las principales siderúrgicas chinas han mantenido la producción, a pesar de la caída de la demanda
Las principales siderúrgicas chinas han mantenido la producción, a pesar de la caída de la demandalarazon

El gigante asiático ha inundado los mercados con esta materia prima, que vende por debajo de su coste de producción, y que ha dejado a la industria europea al límite de sus capacidades.

El sector del acero no levanta cabeza. El frenazo de la economía china, que en 2015 creció un 6,9%, su ritmo más bajo en 25 años, ha precipitado la enésima crisis del sector que se enfrenta a una fuerte guerra de precios por prácticas anticompetitivas y exceso de capacidad. Un contexto que está lastrando los resultados de las grandes compañías siderúrgicas: ArcelorMittal registró pérdidas en 2015 por un importe de 7.225 millones de euros, ocho veces más que «los números rojos» registrados el año anterior, y ha paralizado la producción de su factoría de Sestao (Vizcaya); mientras que el gigante indio Tata Steel anunció recientemente una caída de su negocio de casi 3.600 millones de euros el ejercicio pasado, y ha echado el cierre a varias plantas en Reino Unido.

Tercer importador

«Estamos en una situación muy complicada. La economía china se ha frenado y ha hecho evidente el problema de su sobrecapacidad», asegura Andrés Barceló, director general de Unión de Empresas Siderúrgicas (Unesid). Pese al parón de su actividad y a la reducción de la demanda, los grupos acereros chinos no han recortado su producción inundando así el mercado de esta materia prima y reduciendo su precio de forma drástica. «Las principales empresas siderúrgicas han decidido mantener la bicicleta rodando aunque sea perdiendo dinero y vendiendolo a precios de derribo», apunta Barceló.

El problema cobra especial relevancia en España, puesto que es el tercer importador de acero chino de la UE. Aquí llega el 19% de las exportaciones de este metal al Viejo Continente procedentes del gigante asiático. Solamente Italia y Bélgica están por delante. «El más afectado es Italia, seguido de España. En Bélgica el impacto no es tanto porque el puerto de Amberes sirve de ‘‘hub’’ para varios países», explica el director general de Unesid.

En los últimos 15 años la producción mundial de acero nuevo aumentó un 105%, y el país asiático es responsable de casi todo este crecimiento. Prueba de ello es que mientras que en 2000 representaba apenas un 3% de la producción mundial, hoy ese porcentaje ronda el 50%. «Es difícil explicar que produzca el doble de acero que necesita. No obstante, es un sector que ha interesado mucho a los gobiernos, que han subvencionado a las empresas con mucho dinero, y ahora se ha hecho evidente que han puesto más de la cuenta», según el profesor del IESE, Pedro Nueno.

El abaratamiento de esta materia prima, cuyo preció cayó el pasado año alrededor de un 30%, ha afectado especialmente a los denominados productos planos (como bobinas o chapas) que no cuentan con ninguna medida contra quienes venden por debajo del coste de producción. Sí que las tienen otros materiales como el acero inoxidable o los productos planos. El sector reclama a Bruselas medidas urgentes que acaben con estas practicas desleales que hacen imposible la competencia entre países y que podrían agravarse todavía más si se acaba reconociendo a China como una economía de mercado.

Y es que en diciembre se cumple el plazo que empezó en 2000 para que los miembros de la Organización Mundial del Comercio (OMC) concedan o no este estatus al gigante asiático, un trámite que de hacerse efectivo complicará y mucho la forma de luchar contra comportamientos anticompetitivos como el «dumping». «Si en los próximos meses se le aplica a China el tratamiento de economía de mercado, esto supondrá una herida de muerte para la industria europea», alerta Andrés Barceló. «Tiene todo el sentido que Bruselas adopte medidas. El Gobierno chino se equivoca y si continúa con este exceso de capacidad podría hacer desaparecer una industria muy sólida», sostiene Pedro Nueno.

Desempleo masivo

Las siderúrgicas europeas han perdido en ocho años el 20% de sus trabajadores, alrededor de 85.000 personas, según las estimaciones de la patronal Eurofer, y se prevé que puedan destruir hasta 300.000 empleos si no se soluciona cuanto antes. En China, donde comienzan a tomar conciencia del problema, calculan que será necesario cerrar fábricas y despedir a 500.000 trabajadores de la industria del acero para acabar con el excedente de producción. Muchas de estas compañías son de propiedad estatal y, pese a ser profundamente deficitarias, siguen funcionando por los temores del Gobierno a que su cierre pueda generar tensiones sociales. Para el docente del IESE Universidad de Navarra, sólo sobrevivirán aquellas factorías chinas con mejores productos y con unos socios comerciales fuertes, y es una advertencia que también puede extenderse a Europa. «Aquellos que se sostengan mediante subsidios caerán antes, mientras que los que tengan un producto de calidad y una relación sólida con proveedores lograrán sobrevivir», concluye.