La crisis del euro
El Eurogrupo discute hoy la recapitalización directa de la banca
Por primera vez desde el rescate bancario, España no figura como punto específico del orden del día de estas reuniones
Por primera vez desde el rescate bancario, España no figura como punto específico del orden del día de estas reuniones
Los ministros de Economía de la eurozona discuten hoy el marco operativo en que se llevará a cabo la recapitalización directa de los bancos en crisis a cargo del mecanismo europeo de estabilidad (MEDE) y el rescate de Chipre, aunque no se esperan todavía decisiones en ninguno de los dos temas.
Será la primera reunión del Eurogrupo presidida por el holandés Jeroen Dijsselbloem, elegido en enero para sustituir a Jean-Claude Juncker, que dejó el cargo tras ocho años por voluntad propia. Los ministros de Economía darán una cena de despedida a Juncker a las 20:00 horas, una vez que haya concluido el Eurogrupo.
También es la primera vez desde que en junio de 2012 se solicitó el rescate bancario que España no figura expresamente en el orden del día del Eurogrupo, lo que es una señal de que en Bruselas se considera que la situación financiera se ha estabilizado. Grecia sigue estando en la agenda pero más como punto de trámite tras el acuerdo de diciembre para suavizar su rescate.
El debate sobre la recapitalización directa de la banca, acordada el pasado junio para romper el «círculo vicioso» entre deuda bancaria y deuda soberana, apenas ha avanzado por las diferentes interpretaciones sobre su significado de los Estados miembros. Por ello, el Eurogrupo ha decidido trocear el debate y dedicar cada una de sus reuniones a una cuestión específica. La cuestión este lunes vuelve a ser en qué momento se fija la fecha a partir de la cuál el MEDE debe asumir la recapitalización directa. Alemania, Holanda y Finlandia quieren que el fondo sólo actúe para solucionar los problemas que empiecen a fraguarse en 2014, fecha en que el BCE asumirá la supervisión única de los grandes bancos.
Por tanto, los denominados «activos heredados» de cualquier etapa anterior seguirían siendo responsabilidad nacional. En contraste, España y Francia -con el apoyo del ex presidente Juncker- reclaman cierto grado de retroactividad.
En cambio, ya hay «acuerdo general» en que el Estado beneficiario deberá contribuir en alguna medida -por ejemplo entre el 5% y el 15%- a su propio rescate, con el objetivo de que no se desentienda de los problemas de sus bancos si los asume la UE, según ha explicado un alto funcionario del Eurogrupo.
Recapitalizaciones directas
El siguiente tema de debate es si se establece una cantidad tope de recapitalizaciones directas en el MEDE, que está dotado con 500.000 millones de euros y cuya ampliación no siquiera se considera. El problema es que la adquisición directa por parte del fondo de acciones en un banco en crisis es una inversión mucho más arriesgada,
y que por tanto consume mucho más capital, que si se da un préstamo al Estado del mismo importe.
Por ello los ministros discutirán si hay que reservar una determinada cantidad de fondos del MEDE para rescatar países o si por el contrario será más importante la recapitalización directa de la banca. Una opción que se explora es invitar a la participación del sector privado en las recapitalizaciones directas para poder disponer así de más capital.
Por lo que se refiere a Chipre, la complejidad del rescate llevará al Eurogrupo a posponer una vez la decisión, al menos hasta la segunda mitad de marzo, después de las elecciones y cuando haya ya un nuevo Gobierno.
Los ministros de Economía de la eurozona recomendarán al Gobierno chipriota que encargue una auditoría independiente sobre cómo está aplicando la legislación internacional y europea contra el blanqueo de dinero. Esto preocupa mucho a algunos países, especialmente a Alemania, que temen que el dinero del rescate se acabe desviando a la mafia rusa.
Si la auditoría detecta deficiencias, las mejoras necesarias se incluirían como condiciones en el memorándum de entendimiento. Pero el gran problema del rescate de Chipre, que sigue sin solución, es la sostenibilidad de la deuda. Debido al gran tamaño de su sector financiero, Chipre necesita un programa por valor de aproximadamente 17.500 millones de euros, equivalente al 100% de su PIB, que por tanto dispararía su deuda.
Una de las opciones que estudia el Eurogrupo es si esta cuestión puede resolverse con los ingresos de los yacimientos de gas que podría haber en el país.
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