Bruselas
El Gobierno celebra la primera mejora de S&P a España durante esta crisis
El Gobierno y los analistas han acogido hoy con satisfacción la primera mejora de la perspectiva de Standard & Poor's sobre la solvencia de España -que pasa de negativa a estable- desde que comenzó la crisis económica.
La agencia de calificación estadounidense ha mantenido la calificación de la deuda de España, es decir, de la capacidad de afrontar sus pagos, al borde del "bono basura", en BBB-, una calidad media aceptable dentro del grado de inversión.
El alza en la perspectiva significa un cambio de tendencia, ya que desde que en enero de 2009 España perdiese la "triple A"(que había obtenido en 2004) cada vez que se había tocado la nota de la deuda o su perspectiva había sido para peor o para quedarse igual, hasta hoy.
La motivación dada es que los indicadores que determinan la calidad crediticia de España se están estabilizando, por lo que S&P ve menos de un tercio de probabilidades de que el rating se mueva hacia arriba o hacia abajo en los próximos dos años.
Poco menos de un mes después de que sus competidores de Fitch revisaran al alza su perspectiva, S&P ha constatado que la posición externa de España está mejorando, al tiempo que el crecimiento económico se reanuda de forma gradual.
Para el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, la decisión de la agencia de calificación es "un estímulo"para el país y "un éxito de la sociedad española", ya que anima, ayuda y permite comprobar que "los esfuerzos valen para algo".
Según el ministro de Economía y Competitividad, Luis de Guindos, el movimiento de S&P "pone de manifiesto una modificación del sentimiento que existe desde un punto de vista no solo internacional, sino desde el punto de vista de valoración global de la economía española".
Pero el riesgo volver atrás existe para el analista Matías Lamas, de Analistas Financieros Internacionales (AFI), sobre todo por una posible desviación de los objetivos de déficit público que obliguen a acometer recortes adicionales.
Lamas ha asegurado a Efe que es de esperar un pequeño incumplimiento de los objetivos pactados con Bruselas (6,5 % del PIB este año).
S&P no pone en duda el cumplimiento del déficit público en 2013 ni el año próximo (5,8 %, aunque solo después de algún esfuerzo fiscal adicional), pero sí ve riesgos en la implementación de los planes para 2015 y 2016, derivados de la celebración de elecciones generales dentro de dos ejercicios.
Para el socio director de Auriga Bonos, Javier Domínguez, la decisión de la agencia calificadora tendrá el efecto de rebajar a finales de año la rentabilidad de la deuda a diez años por debajo del 4 % (ahora está en el 4,12 %), una caída que ya se vivió en octubre, por primera vez desde 2010.
En su opinión "cuando la música sube de tono la gente sale a bailar más", lo que quiere decir que todos estos movimientos acabarán por traducirse en mejoras directas para el ciudadano.
El director general del Instituto de Estudios Económicos (IEE), Joaquín Trigo, tiene claro que una de estas mejoras será que se rebajará "significativamente"el coste de la deuda pública.
La agencia estadounidense indica que la calificación de España podría mejorar si el Gobierno prosigue con su agenda de reformas estructurales, se reduce el déficit presupuestario, y la posición externa sigue mejorando.
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