El Gobierno reduce un 3,2% el techo de gasto para 2015, hasta 129.060 millones

El Gobierno fijó ayer en 129.060 millones de euros el techo de gasto sobre el que se formularán los Presupuestos Generales del Estado para el próximo año. Esta cifra es un 3,2% inferior a la del presente ejercicio por primera vez desde que comenzara la crisis.

El Gobierno fijó ayer en 129.060 millones de euros el techo de gasto sobre el que se formularán los Presupuestos Generales del Estado para el próximo año. Esta cifra es un 3,2% inferior a la del presente ejercicio por primera vez desde que comenzara la crisis. El ahorro que se va a producir en el gasto para cubrir las prestaciones a los desempleados como consecuencia de la recuperación económica y en el pago de los intereses de la deuda, gracias a las mejores condiciones del mecado explican la reducción del gasto. El ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, aseguró que «no habrá nuevos ajustes a la baja, porque no son necesarios para consolidar los objetivos».

Los intereses de la deuda y el pago de las prestaciones por desempleo son dos de las tres mayores partidas de gasto del Estado para el año en curso. De acuerdo con los Presupuestos Generales del Estado, el pago de los intereses de la deuda pública ascenderá a 36.590 millones de euros, el 3,49% del Producto Interior Bruto, la segunda mayor partida, por detrás del pago de las pensiones. Pagar las prestaciones a los desempleados costará este año 29.727 millones, un 10,1% más que en 2013.

El PIB crecerá un 1,8%

El límite de gasto resulta de una previsión de ingresos de 133.712 millones de euros, un 4,3% superior a la del presente ejercicio, cifra a la que habría que añadir un déficit de 30.959 millones de euros, equivalente al 2,9% del PIB, cifra a la que se ha comprometido el Gobierno a alcanzar por parte del Estado central en la actualización del Pacto de Estabilidad remitido a las autoridades comunitarias. Al resultado de esta suma hay que restar la financiación de las distintas administraciones territoriales (32.941millones de euros) y unos ajustes de 2.670 millones de contabilidad nacional. De esta manera se llega a 129.060 millones, cantidad máxima de gasto a la que se puede llegar si se quiere cumplir.

El límite de gasto no financiero que servirá para hacer los Presupuestos de 2015 se ha fijado partiendo de un escenario macroeconómico que prevé que el PIB crezca un 1,8% en dicho ejercicio y que la economía vuelva a crear empleo, con un incremento del 1,2%.

Tal y como ha repasado Montoro, 2015 será un año en el que crecerá el consumo privado y la inversión, lo que impulsará la aportación de la demanda nacional al crecimiento, mientras que se mantiene en positivo el sector exterior. El único elemento del crecimiento que seguirá cayendo el año que viene será el consumo público de las administraciones públicas, cuyo descenso, sin embargo, se irá moderando.

El ministro ha descartado que las previsiones de aumento de los ingresos, un 4,3% sean demasiado optimistas como resultado de los efectos de la reforma fiscal recientemente aprobada. Hasta el pasado mes de mayo, dijo el ministro, los ingresos están creciendo a un ritmo interanual del 6,6%. La recuperación de la economía éste y el próximo año permitirá ampliar las bases imponibles (el número de personas que tributan) y compensar con creces los efectos de la rebaja impositiva que entrará en vigor en 2015.

Compromiso con el déficit

A pesar del aumento de los ingresos, Cristóbal Montoro ha reiterado el compromiso del Gobierno con la reducción del déficit público durante los próximos años, hasta dejarlo en el 1,1% en el horizonte 2017. Para ello, aseguró, es necesario reducir el límite de gasto no financiero.

La rebaja del techo de gasto no quiere decir que se reduzca en la misma cuantía (-3,2%) el gasto de los ministerios, ya que la propia recuperación «implicará un mayor ahorro. La contención del gasto y el ahorro derivado de la propia recuperación nos conmina a presentar un límite de gasto decreciente, pero asentado en la recuperación económica», ha precisado Montoro, que ha afirmado que España continúa desarrollando una política «austera» porque así lo exige la situación y los compromisos que ha adquirido con sus socios europeos.

El ministro ha señalado que, a pesar de la reducción del gasto público en los últimos años, el gasto social «ha ganado proporciones» de manera que elementos «sustanciales» del Estado del Bienestar, como las pensiones, «no han retrocedido, sino que han aumentado. Ha habido que sacrificar otros gastos, pero los Presupuestos tienen un componente de gasto social de los mayores de su historia año a año.