Medidas económicas

El IRPF no bajará hasta 2015 y subirá el tabaco

La Razón
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El enorme sacrificoo realizado por los ciudadanos españoles a lo largo del pasado año ha aconsejado al Gobierno limitar sus ajustes durante este ejercicio. «La política económica va a ser la misma, porque no se improvisa», dijo ayer la vicepresidenta Soraya Sáenz de Santamaría, que fue la encargada de asegurar que los grandes impuestos (renta e IVA) no se van a subir en el Programa Nacional de Reformas que ayer se presentó. Las modificaciones se van a limitar a los impuestos especiales (con la excepción del que grava los hidrocarburos), al impuesto sobre sociedades y a la creación de impuestos medioambientales. La subida es la consecuencia de ajustar los ingresos impositivos a una economía que se contraerá ocho décimas más de lo que preveían los Presupuestos Generales del Estado.

IRPF

Técnicamente, el Gobierno tiene razón cuando dice que el Impuesto sobre la renta de las Personas Físicas no se va a subir con carácter inminente. El gravamen especial y temporal con el que el Gobierno debutó en 2011 tendría que desaparecer a finales de este año, tal y como estaba previsto. Sin embargo, las nuevas condiciones económicas han aconsejado al Ministerio de Hacienda prolongar su vigencia un año más y hacerlo desaparecer en 2015, año electoral. La prórroga de un año permitirá ingresar al Estado más de 5.300 millones de euros.

Hasta la fecha, el Gobierno había eludido pronunciarse sobre el futuro de este gravamen que va estar vigente durante tres años.

SOCIEDADES

El tipo no se modifica, pero la eliminación de algunas deducciones que minoran la base imponible supondrán una subida en la práctica de lo que pagan las empresas por sus beneficios. Cristóbal Montoro no ha hecho referencia a ninguna de manera específica, pero se sabe que algunas de estas deducciones son un coladero para eludir parte de la tributación. Con un tipo del 30% (25% en el caso de las pequeñas y medianas empresas), los grupos multinacionales apenas pagan el 16% sobre sus beneficios. El ajuste afectará a las empresas que facturen más de 20 millones.

IVA

El impuesto sobre el valor añadido no va sufrir ninguna modificación. Parece lógico cuando, en menos de tres años, el tipo general ha pasado del 16 al 18% en 2010, con Zapatero, y del 18 al 21% en septiembre del pasado año. No obstante, se aplicarán modificaciones que afectan a determinados productos sanitarios y servicios realizados por los notarios.

ESPECIALES

Va a ser otro de los focos de atención de Hacienda, con la única excepción del que grava los hidrocarburos (gasolinas y gasóleos), por considerar que ya son los suficientemente elevados. Aunque Montoro se resistió a desvelar qué impuestos se verán afectados, todo apunta a que el objetivo es dar otro giro de tuerca a las labores del tabaco, que soportan la mayor fiscalidad sobre su precio de venta al público: el 80%. Las bebidas alcohólicas y las cervezas pueden también verse afectadas por un aumento del gravamen, aunque su repercusión en los ingresos es inferior a 1.000 millones.

DEPÓSITOS

Será un nuevo impuesto y gravará a los bancos, que no a los ahorradores, por la cantidad de depósitos de clientes que tengan en sus balances. «Será un tipo moderado (del 0,2%)» y permitirá recaudar entre 250 y 300 millones de euros. Servirá para compensar a las comunidades autónomas que, como Extremadura, Andalucía o Canarias, crearon esta imposición en su momento.

MEDIOAMBIENTALES

Se va a estudiar su creación, aunque el Gobierno guarda celosamente sus planes. Se trata de seguir la línea y los criterios de convergencia con Europa en este ámbito, sobre el que existe verdadera obsesión en la UE. Nada más se conoce sobre su desarrollo ni sobre qué figuras gravará.

EMPRENDEDORES

Es la parte positiva de lo anunciado ayer. Habrá una deducción del 20% de la cuota de IRPF de la aportación que realice un particular a una empresa de nueva creación. Tendrá un límite de 20.000 euros.