Construcción

El ladrillo también se frena

Después de dos años de subidas, la construcción de vivienda nueva acumula tres meses en negativo

Reuters
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Después de dos años de subidas, la construcción de vivienda nueva acumula tres meses en negativo

Los datos no son catastróficos, pero afectan a todos los sectores. Desde el consumo privado al empleo, pasando por la compraventa de automóviles o las grandes cifras macroeconómicas, que apuntan ya a que el Gobierno contempla rebajar las previsiones de crecimiento, actualmente en el 2,2% del PIB para este año, cuando a finales de julio estudiaba subirlas al 2,3%. Hasta ahora, pocos sectores se mantenían ajenos a los vientos de desaceleración brusca como consecuencia de las guerras comerciales y la incertidumbre del Brexit. Entre ellos, el turismo y la construcción de viviendas, que aunque a ritmos muy alejados a los previos a la crisis mantenía un crecimiento constante desde hace más de dos años (28 meses). Sin embargo, los últimos datos constatan que el enfriamiento de la obra nueva de viviendas es ya un frenazo. Según la concesión de visados otorgados por los colegios de arquitectos técnicos de España para la construcción de viviendas, se acumulan ya tres meses (mayo, junio y julio), un trimestre en negativo.

Además de esta caída registrada en los visados, cabe destacar que los principales indicadores del mercado de la vivienda en España se han ralentizado en los últimos meses, tanto a nivel de precio, como de compraventas, ante la incertidumbre política, la adaptación a la nueva Ley Hipotecaria o la desaceleración económica.

De acuerdo con los últimos datos del Ministerio de Fomento, los visados para construir nuevas viviendas retrocedieron un 1,7% en julio y junio, respectivamente, y un 2% en mayo con respecto al mismo periodo del año anterior.

A pesar de esta caída, la cifra registrada en julio, con 11.967 visados, es la más alta que se observa desde julio de 2018, cuando se contabilizaron más de 12.000, el mayor número en una década.

Con la caída registrada en estos tres meses, el número de visados concedidos para construir nuevas viviendas ha moderado al 39% su crecimiento desde comienzos de año, hasta llegar a un total de 68.544. Un porcentaje que podría parecer elevado y que no lo es tanto, habida cuenta de las bajas cifras registradas por el sector en los ejercicios posteriores a la crisis. De hecho, el ladrillo fue la actividad a la que más le ha costado levantar el vuelo después de superarse el colapso de la economía española en 2014.

Los visados alcanzaron su máximo histórico en septiembre de 2006, cuando en pleno auge del sector inmobiliario se contabilizaron cerca de 126.800 en solo un mes.

Por su parte, en pleno estallido de la burbuja inmobiliaria marcaron su mínimo con 1.585 en agosto de 2013.

Por su parte, los visados para ampliar viviendas subieron un 11% interanual en los siete primeros meses del año, hasta contabilizar 1.457, mientras que en el caso de las reformas o las restauraciones los visados se incrementaron un 14% hasta los 17.892, recoge Efe.

La superficie media de las nuevas viviendas se sitúa actualmente en los 113 metros cuadrados en el caso de la casas en bloque y en 198 metros cuadrados en las unifamiliares.