Empleo

El mantra de la temporalidad en el empleo

La Razón
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En los últimos años, cada vez que se publican los datos del paro –tanto los mensuales del SEPE (Servicio Público de Empleo Estatal) como los trimestrales de la EPA (Encuesta de Población Activa)– hay un mantra que se repiten constantemente: la precariedad de nuestro mercado laboral, la temporalidad que impera, etc. Cuando los sindicatos, la oposición (independientemente de quién gobierne) y los medios de comunicación sacan conclusiones de dichos datos, estas valoraciones siempre son parciales y nunca valoran el cuadro completo de datos.

Si analizamos la contratación indefinida desde el año 2007 hasta 2015, vemos cómo según los datos suministrados por el SEPE, a partir del año 2007, el número de contratos indefinidos cae drásticamente y cómo a partir de la reforma laboral, en el año 2013, el número de contratos indefinidos empieza a recuperarse, hasta que en 2015 se igual en número a los datos previos a la crisis. Esta estabilidad que se va recuperando en el mercado de trabajo, ha sido, en gran medida, gracias a la reducción en las cuotas en los seguros sociales (tarifa plana, exenciones de 500 euros€ para contratos indefinidos, etc.)

Históricamente, la temporalidad del mercado laboral en España ha sido algo recurrente, no es algo que haya sobrevenido especialmente con la crisis económica. Cuando analizamos las estadísticas observamos que sólo un 8% de media de las nuevas contrataciones han sido indefinidas. Todo esto se produce principalmente porque tenemos una economía basada fundamentalmente en el sector servicios, que copa el 75% de nuestro tejido productivo. Un sector que se caracteriza por tener muchos picos de actividad, que hacen que las contrataciones estables e indefinidas sean complicadas.

En cualquier caso, no debemos olvidar en primer lugar que, en España, el 75% de los contratos de trabajo son de carácter indefinido. Desde el año 2013, el número de contratos indefinidos ha ido aumentando cada año, el desempleo juvenil (contratos para la formación y el aprendizaje) y el de parados de larga duración se ha reducido de manera sustancial, etc. De todo, podemos deducir que por la ley de la oferta y la demanda, cuanto más baje el desempleo, menos trabajadores estarán disponibles en el mercado de trabajo y eso hará que las empresas tengan que realizar un mayor esfuerzo por retener el talento y fidelizar a sus trabajadores, y eso se traducirá en un mayor número de contratos indefinidos.

Podemos concluir que, analizando datos objetivos, demostramos que todavía es posible encontrar trabajos en España que perduren en el tiempo y que den a los trabajadores estabilidad. Debemos ser conscientes de que a pesar de las reformas introducidas, tenemos una legislación que protege y ampara de manera férrea los derechos de los trabajadores y esto se refleja en los datos estadísticos.

*Director general de IMF Business School