Economía

El mercado inmobilario bate récords en 2015

El mercado inmobilario bate récords en 2015
El mercado inmobilario bate récords en 2015larazon

La llegada de fondos internacionales y la irrupción de las Socimi han revitalizado un sector paralizado desde hace años por el estallido de la burbuja. Durante el ejercicio pasado la inversión alcanzó los 12.750 millones de euros, la mayor cifra desde 2007.

El mercado inmobiliario encara la recuperación a toda máquina. Después de un lustro de dificultades económicas y con la actividad estancada, el regreso de la inversión de la mano de los fondos y las Socimi (sociedades cotizadas de inversión inmobiliaria) ha insuflado un renovado optimismo al sector. El año pasado, la compra de oficinas, activos comerciales, logísticos, hoteles y de inmuebles residenciales alcanzó los 12.750 millones de euros, lo que supone 2.550 millones más que en el ejercicio pasado, según los datos de la consultora CBRE. «2015 ha marcado la diferencia hacia un sector inmobiliario mucho más activo y ha visto la entrada de un mayor tipo de operadores en el mercado. La actividad no se ha centrado exclusivamente en las plataformas de gestión de los bancos, con nuevos operadores (inversores internacionales y «familiy office» en operaciones de tamaño medio) y con una especial mención a las Socimi», explica Javier Ibáñez, socio y vicepresidente de Eversheds International.

Detrás de esta recuperación está el desembarco de fondos de inversión internacionales y la consolidación de las Socimi que, tras su aparición en el mercado inmobiliario español en 2014, han aprovechado el ejercicio pasado para dar forma a sus carteras. En total, las cuatro grandes sociedades cotizadas de inversión inmobiliaria de nuestro país –Merlin Properties, Hispania, Axiare y Lar España– acumulan un patrimonio de 8.005 millones de euros. Estas sociedades, cuyos máximos accionistas son fondos internacionales, coparon el 46% del capital invertido, seguidas de los fondos, con un 31%. Para Mikel Marco Gardoqui, director de Capital Markets de CBRE, el año que queda atrás «ha sido muy fuerte gracias al capital internacional». «Se ha reactivado la parte de deuda y las previsiones apuntan a que esa tendencia se consolide y haya una mayor presencia de financiación en 2016», añade Gardoqui.

Prueba del músculo financiero de estas compañías es la salida a Bolsa de Merlin Properties el pasado mes de diciembre, sustituyendo a Abengoa en el selectivo. La Socimi, la primera en entrar en el Ibex 35, saltó al parqué tan sólo un año y medio después de su constitución, mediante una oferta pública de venta (OPV) de 1.500 millones de euros. Meses antes, la firma acordó con Sacyr la compra de Testa Inmuebles, por la que desembolsó 1.968 millones de euros, consolidándose como el gigante inmobiliario de nuestro país.

La llegada de las Socimi también ha traído consigo una mayor profesionalización del sector, uno de los males endémicos del mercado inmobiliario español durante las últimas décadas y el motivo por el que el «boom» de la burbuja resultó tan devastador. Asimismo, la entrada del capital internacional está ayudando a que las promotoras locales recuperen la actividad, después de años de parálisis y falta de financiación. Por lo general, según explican los expertos consultados, los fondos que desembarcan en nuestro país se apoyan en promotoras locales que conocen el entorno para poner en marcha sus proyectos. La recuperación del mercado inmobiliario se ha producido de forma desigual por el territorio español. Las grandes ciudades, como Madrid, Barcelona o Bilbao, y las regiones de costa son las que han aglutinado más inversiones. Entre las grandes operaciones que se llevaron a cabo el año pasado figura la compra del edificio madrileño Gran Vía 32, sede del nuevo Primark, por 400 millones de euros; o la adquisición del centro comercial Plenilunio por la francesa Klépierre, por un importe de 375 millones. En este sentido, los expertos vaticinan que, dado que en estas zonas el parque de oficinas comienza a escasear, en los próximos meses las inversiones se trasladarán a otras ciudades. «Esa falta lleva a buscar zonas secundarias en Madrid o Barcelona o en otras ciudades como Málaga, Valencia o Bilbao», asegura el director de Capital Markets de CBRE. Gracias a la entrada de capital foráneo, España ha pasado de ser el decimosexto mercado inmobiliario del mundo en 2013 al sexto en la primera mitad del año pasado, situándose por delante de países como Francia, Canadá o China, según los datos del estudio Global Capital Markets 2015, elaborado por CBRE.

De cara a 2016, los expertos consultados vaticinan que la inversión seguirá llegando a nuestro país de manera fluida, siempre y cuando la coyuntura política se mantenga estable, y confían en que la recuperación de mercados como Asia o Latinoamérica consolide esta tendencia. «Preveo una mayor actividad inmobilaria en un entorno más profesional que antes de la crisis. Creo que será un año muy condicionado por la evolución de la economía en el exterior (principalmente en Asia y Suramérica), lo que puede ser una oportunidad para atraer inversores siempre que la situación política interna en nuestro país se estabilice y permita diferenciarnos como foco de inversión», concluye Ibáñez. Por su parte, Gardoqui apuesta porque «el apetito inversor siga apostando por España en 2016».

El metro cuadrado se encarece

El precio medio de la vivienda nueva en España se incrementó, por primera vez desde que comenzara la crisis económica, un 2,9% en 2015, según los datos del informe elaborado por la Sociedad de Tasación. Así, el valor medio del metro cuadrado en las capitales de provincia alcanzó los 2.052 euros. Por comunidades autónomas, Madrid y Barcelona se situaron a la cabeza con sendas alzas del 6,2% y 4,8%, respectivamente. En opinión de los expertos, esta tendencia se mantendrá en 2016 debido a las necesidades de los bancos de incrementar su negocio y a las menores restricciones al crédito. «Siempre influenciado por la estabilidad política, el suelo finalista tendrá una mayor actividad de promoción, lo que hará subir su precio. El mayor acceso al crédito y la necesidad de incrementar la operativa de los bancos también ayudarán una mayor promoción del suelo», asegura Javier Ibáñez.