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El motor alemán carburará en 2013

El Gobierno de Merkel pronostica un despegue, después de que su economía creciera un 0,75% en 2012. «Los esfuerzos empiezan a dar sus frutos»

La Razón
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La economía alemana cerró 2012 con un crecimiento del 0,75% del Producto Interior Bruto (PIB) y espera alcanzar un incremento todavía más «robusto» en 2013. Después de un crecimiento de un 4,2% en el año 2010 y un 3% en 2011, el año pasado la economía germana quedó sometida a nuevos rigores que limitaron su expansión apenas a un 0,2 % en el tercer trimestre, pero el futuro es prometedor.

Según explicó ayer el ministro de Economía, Philipp Rösler, una vez superado el cuarto trimestre bajo el signo de la debilidad coyuntural empiezan a vislumbrarse ya «señales positivas» de cara a este año que ahora comienza.

Y es que, a juicio del también líder del Partido Liberal (FDP), los esfuerzos realizados por los estados miembros contra la crisis de la deuda en la zona euro «están dando frutos», por lo que es de esperar que se logre superar la actual situación todavía frágil.

El responsable alemán se mostró además plenamente confiado en la capacidad de la economía alemana de resistir y aseguró que el retraimiento de los empresarios germanos, que han contraído la inversión, es un fenómeno «pasajero y temporal», que se superará en cuanto soplen vientos más propicios.

Buenos augurios

Los principales institutos económicos alemanes pronostican para el próximo año un crecimiento para Alemania del 1%, según las estimaciones difundidas el pasado otoño. Coincidiendo con estas estadísticas, el presidente de la Comisión Europea, el portugués José Manuel Durao Barroso, aseguró ayer desde Lisboa que la amenaza contra la vigencia del euro está superada, y atribuyó la renovada confianza en la moneda única a factores como la consolidación presupuestaria promovida por varios países como, por ejemplo, España, Italia o Portugal.

Asimismo, indicó que la credibilidad de una moneda depende de la solidez de las instituciones que se encuentran detrás de ella. «La unión política es una necesidad indispensable», insistió, al tiempo que explicó que «Europa llegó a una altura en la que debe profundizar la unión política si no quiere caer en la irrelevancia».

No obstante, el portugués lamentó la doble vara de medir de algunos gobiernos, que nacionalizan los éxitos y europeízan los fracasos, sin aludir en ningún momento a un país concreto.

En la UE somos a la vez «bomberos y arquitectos», reflejó, añadiendo que se apagaron fuegos en estados como Portugal, Grecia e Irlanda, así como en el sistema financiero español, en alusión a la ayuda económica que han recibido algunas entidades de nuestro país por parte de las instancias europeas.