Reforma laboral

El empleo en España: indefinidos que duran 15 días y temporales de una semana

La duración de los contratos cae 9 días: duran mes y medio, y "no sirven de nada" denuncia USO

Repartidores de Uber Eats y Glovo por el centro de Madrid
Repartidores de Uber Eats y Glovo por el centro de MadridJesus G. FeriaLa Razón

Aunque, por efecto de la reforma laboral, más del 44% de los contratos firmados fueron de carácter indefinido, por sólo el 10% de los contratos firmados en 2021, la duración media de los contratos baja 9 días desde los 52,71 días de 2021 a los 43,91 días actuales.

Eso se traduce en que el récord de 20,8 millones de afiliados hacen menos jornadas laborales que hace cuatro años como demuestra que, a cierre del primer trimestre de este año, aún no se había recuperado 77.884.100 horas de trabajo respecto al cierre de 2019, el último trimestre previo a la pandemia de Covid, según remarcó ayer la central sindical USO en un comunicado en el que solicita la revisión de la jornada laboral completa para ajustarla a la realidad, pues aunque cada vez trabaja más gente en España, lo hacen menos horas.

Para USO, aunque la firma de contratos indefinidos ha crecido «sustancialmente» respecto a antes de la reforma, la calidad y la estabilidad del empleo no ha cambiado. «La realidad es que sí han crecido los contratos indefinidos a jornada completa, se han multiplicado por 2,6, pero han crecido más las jornadas parciales y las discontinuas: 3,5 veces más las primeras y por 11,5 se han multiplicado los fijos-discontinuos», denunció ayer el secretario general de USO, Joaquín Pérez.

«No vale de nada que se firme un contrato indefinido si se puede rescindir en quince días o en un mes sin mayores gastos y consecuencias. La reforma no acometió el despido ni ha venido acompañada de otros cambios necesarios para mejorar el mundo laboral», añadió.

De hecho, USO subraya que ha aumentado la rescisión de contratos indefinidos en un 70,7% desde abril de 2022 a abril de 2023, con crecimientos en todos los supuestos de baja, aunque los más pronunciados han sido el despido por causas objetivas imputables al trabajador y el pase a inactividad de un fijo-discontinuo, que se ha más que duplicado en un año.

Con respecto a los contratos temporales, Pérez denuncia que tampoco se han revertido los «vicios estructurales», pues el 40% de los contratos temporales que se firman duran menos de una semana. «Este cambio de nombres en la contratación ha supuesto una precarización del contrato indefinido no sólo en su duración, sino también en su retribución», indicó el líder de USO, que constata el empobrecimiento medio del trabajador indefinido porque en realidad ya no trabaja todo el año.