Los empresarios cargan contra los daños colaterales de subir el SMI a 1.080 euros: “Es pan para hoy y hambre para mañana”

Las empresas cargan contra los efectos negativos que ocasionará la subida del Salario Mínimo Interprofesional hasta 1.080 euros, que se aprueba hoy en Consejo de Ministros. El presidente de la Federación Nacional de Trabajadores Autónomos (ATA) y vicepresidente de la CEOE, Lorenzo Amor, alertó este martes en Canal Sur Radio de que el incremento del SMI es "pan para hoy y hambre para mañana", ya que por un lado "está muy bien" que haya trabajadores que vayan a ver aumentada su nómina en 80 euros, pero otros verán cómo se reduce su jornada o pierden su empleo por el aumento de los costes laborales de empresas y autónomos.

En este sentido, el responsable de ATA indicó que la subida del SMI afecta sobre todo a autónomos y pequeñas empresas y de manera especial a territorios como Andalucía. Además, avisó de que este incremento de costes se suma al de las subidas fiscales por parte del Gobierno y a los encarecimientos de la energía y de las materias primas, entre otras cuestiones. Con todo, dijo que sí es necesario subir el SMI, aunque el incremento del Gobierno es "desmesurado" en la situación actual.

La patronal de empresas de limpieza (Aspel), que aglutina a 17 grupos empresariales, ha planteado otro problema ligado a la subida del SMI. Su presidente y miembro de la CEOE, Juan Díez de los Ríos, ha denunciado que en los contratos de limpieza ya firmados no hay margen para una nueva subida del Salario Mínimo Interprofesional (SMI) y ha pedido mecanismos para modificar el precio de esos contratos. "No podemos dar lo que no tenemos", ha declarado.

Asimismo, la organización ha señalado que esta subida del 8% del SMI no tiene en cuenta los sobrecostes que están experimentando las compañías del sector servicios, denunciando que, pese a que patronal y sindicatos están de acuerdo en la necesidad de revisar precios, no han obtenido respuesta del Gobierno, lo que ha reducido los márgenes en 152 millones de euros. Además, Aspel ha denunciado que la nueva subida "llega en un contexto económico marcado por la incertidumbre" y ha señalado que la medida afectará al 53% de los convenios de limpieza y al 32% de los trabajadores.

Por ello, desde la asociación han pedido que se modifique la normativa de revisión de precios en los procesos de contratación derivados de la Ley 9/2017 de contratos del sector público, para así repercutir el incremento del SMI en los contratos en ejecución. Asimismo, Aspel ha abogado por reformar la Ley de Desindexación para permitir modificar el valor de los contratos ya firmados y el precio de estos.

La patronal pedía una subida del 4%

Cabe recordar que el SMI ha pasado de los 1.000 euros brutos en 14 pagas en 2022 a los 1.080 euros en 2023. Los sindicatos UGT y CCOO defendían que el SMI tenía que subir al menos un 10%, hasta 1.100 euros brutos mensuales, mientras que la vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, se mostraba partidaria de un incremento que se situase en la parte alta de la horquilla planteada por el comité de expertos, del 8,2% (1.082 euros). En cambio, la CEOE mantuvo que el salario mínimo debía subir el 4%, hasta 1.040 euros brutos al mes en 14 pagas, supeditado a establecer un régimen de deducciones aplicables al sector agrario y a modificar la normativa de revisión de precios en los contratos con el sector público para poder repercutir el incremento del SMI en los contratos en ejecución.

Críticas contra los salarios de la CEOE

La CEOE ha sido duramente criticada estos días tras conocerse el salario de su presidente, Antonio Garamendi, que cobrará 380.000 euros anuales por su trabajo, tras subirse 30.000 euros anuales el salario aprovechando la regularización de su contrato tras cuatro años como autónomo al frente de la patronal. En concreto, el presidente del Gobierno y secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, arremetió este domingo desde Málaga contra la élite de la patronal. "Pido coherencia a la patronal, responsabilidad. No se puede estar reclamando sacrificios salariales a los de abajo, mientras un festín a los de arriba" porque "no puede haber dobles varas de medir", denunció el líder socialista con una para "la mayoría y otra para la minoría elitista". El presidente del Ejecutivo denunció que la patronal aplique una "ley del embudo" en favor de una "minoría selecta" con su posición contraria a la subida del SMI mientras sus dirigentes se han regularizado el sueldo.

Por su parte, el portavoz de Más País-Equo en el Congreso, Íñigo Errejón, también ha criticado el nuevo salario cercano a los 400.000 euros anuales de Antonio Garamendi y ha subrayado que el 70% de los fondos con los que funciona la patronal son públicos. El diputado también ha ironizado sobre los supuestos efectos nocivos que provocarían los recientes incrementos del salario mínimo en el mercado laboral. Así, ha remarcado que las subidas de sueldos "no provocan plagas de langostas". "El ejército de los agoreros va de error en error", ha apostillado el diputado, en relación a las advertencias de Lorenzo Amor. Errejón también ha defendido la posibilidad de topar salarios máximos tras conocerse que en 2022 el presidente de BBVA, Carlos Torres Vila, obtuvo una retribución total de 8,29 millones de euros, un 5,8% más que el año precedente.