Construcción

En España hay terreno urbanizado para construir otro millón y medio de viviendas

El “stock” de casas vacías de obra nueva sin vender es de 389.000, según Tinsa

Vista de un escaparate de una inmobiliaria en Madrid
Vista de un escaparate de una inmobiliaria en Madridlarazon

Según la última radiografía sobre el “stock” de vivienda presentado por Tinsa, el excedente de casas nuevas vacías es de 398.000 unidades.

Cuando en los años de bonanza previos a la crisis algunos promotores pretendieron vender como viviendas en primera línea de playa promociones a 15 o 20 kilómetros del mar, la urbanización de terrenos para equiparlos con los servicios necesarios para construir viviendas -alcantarillado, alumbrado, asfaltado de calles...- se desbocó. Hasta tal punto que cuando el sector del ladrillo hizo “crack” en 2008, miles de hectáreas quedaron urbanizadas pero sin viviendas. Gerardo Roger, arquitecto y profesor de urbanismo del Instituto Pascual Madoz de la Universidad Carlos III, aseguró en unas recientes jornadas organizadas por la patronal de los promotores y constructores (APCE) que hay 45.000 hectáreas en esta situación. En tan vasto terreno -cada hectárea tiene una superficie próxima a la de un campo de fútbol- se podrían levantar un millón y medio de nuevas viviendas, el equivalente a lo construido en los últimos siete años.

A España no es que le hagan precisamente falta más viviendas en este momento. Según la última radiografía sobre el “stock” de vivienda presentado hoy por Tinsa, el excedente de casas nuevas vacías es de 398.000 unidades. El “stock” se concentra fundamentalmente en la costa de Levante -en Almería, por ejemplo, hay un 38,9% de inmuebles desocupados de los construidos desde 2008- y provincias de interior cercanas a Madrid como Toledo -36,1%- y Cuenca -37,1%-. En ciudades como Madrid apenas ronda el 15%, muy cerca del considerado como “stock” técnico, el excedente necesario para que el mercado funcione correctamente.

A los ritmos actuales a los que se comercializa vivienda, Tinsa estima que el tiempo medio de absorción en España se sitúa en 2,5 años, lo que situaría al primer semestre de 2018 como la fecha tope en que la sobreoferta estaría absorbida.