Precios

Escapar de la inflación al otro lado de la frontera: "El aceite está mucho más barato en Portugal"

Cientos de españoles viajan al país vecino en busca de las mejores ofertas en productos básicos de alimentación y en carburantes. Los portugueses también visitan España para conseguir algunos artículos más económicos

MADRID, 28/09/2023.- Vista del precio del aceite de oliva en un mercado de Madrid este jueves. Los precios de consumo subieron en España un 3,5 % en tasa anual en septiembre, nueve décimas más que en agosto cuando el alza fue del 2,6 %, debido al encarecimiento de la electricidad y los carburantes. EFE/ Daniel González
Botellas de aceite de oliva en un supermercado españolDaniel GonzálezAgencia EFE

Más de 70 kilómetros para comprar aceite y otros productos en Portugal es lo que ha recorrido Ángel Acosta, vecino de Villavieja de Yeltes (Salamanca), y su pareja para ir a comprar a Portugal, porque cada garrafa de aceite de 5 litros tiene "una diferencia con España de 15 a 20 euros". La carestía a ambos lados de la frontera manda en el bolsillo de españoles y portugueses, que no dudan en cruzar en ambas direcciones en busca de la mejor oferta. Y es que la inflación no da tregua: mientras que en septiembre el índice interanual de precios al consumo (IPC) en Portugal bajó una décima hasta el 3,6%,en España subió 9 décimas, hasta el 3,5%.

El precio medio del litro de aceite de oliva virgen extra en seis grandes cadenas de distribución españolas encuestadas por Facua-Consumores en Acción pasó de 6,91 euros a comienzos de enero a 10,34 a inicios de septiembre. En Portugal evolucionó de 5,65 euros el litro en enero pasado a 6,22 euros, de acuerdo al gubernamental Observatorio de Precios Agroalimentarios.

Rubén Alonso y su mujer, María del Mar Huerta, vecinos de Ciudad Rodrigo, han recorrido los 30 kilómetros que los separan de Vilar Formoso, en Portugal, para comprar algunos productos básicos. Según Alonso, los artículos de primera necesidad, como la leche o el agua, "se nota que son más baratos".

No solo lo hacen los españoles, sino también los portugueses. El trasiego en ambas direcciones en la frontera para comprar a menor precio, según convenga, es continuo entre los municipios de la Raya, como Fuentes de Oñoro (Salamanca) y Vilar Formoso.

Por lo general, no existía una gran diferencia de precios en el aceite de cocinar entre España y Portugal, pero en los últimos dos meses "se está vendiendo mucho aceite de oliva para España", explica Francisco Andrade, gerente del hipermercado de Vilar Formoso.

En esta tienda lusa el aceite virgen extra se puede adquirir a un precio de 7,20 euros (en garrafas de cinco litros), mientras que en los lineales de los supermercados españoles de Fuentes de Oñoro el precio ronda los 10 euros, o incluso más, en función de las marcas.

Margarida Silva, vecina de Vilar Formoso, sale cargada de gaseosa, chocolate y cuchillas de afeitar del supermercado español de Fuentes de Oñoro. Para ahorrar un poco de dinero acude a España, "porque hay cosas más baratas, aunque otras no", dice a EFE.

En el caso del aceite, Margarida optó hace unos meses por comprar bastantes litros al por mayor en una almazara lusa del concejo de Figueira de Castelo Rodrigo, en la frontera con el norte de Salamanca y el sur de Zamora (España). "Ahora está mucho más barato en Portugal", insiste.

Este fenómeno fronterizo de compras a uno y otro lado no solo afecta al aceite, sino también a la gasolina y el gasóleo. Si en la última década el combustible estaba una media de 20 céntimos más barato en España, en el último año la tendencia ha cambiado y los precios son parejos. Los vecinos de la frontera están muy pendientes de la oscilación de los precios, por si tienen que repostar bien en España o bien en alguna gasolinera portuguesa.

Emanuel Valseira, de nacionalidad argentina, es el encargado de cobrar en la gasolinera del hipermercado portugués. Asegura que "ahora vienen muchos españoles", ya que sus precios están por debajo de las gasolineras del otro lado de la frontera. A día de hoy, el gasóleo marca en esta gasolinera 4 céntimos más barato que en España, por lo que rápidamente se corre la voz.

Una vez más queda patente que en los más de 1.200 kilómetros de la frontera hispanolusa, una de las más despobladas y con menos poder adquisitivo de la Unión Europea, los precios de los artículos de primera necesidad marcan el día a día de sus vecinos, que no tienen problema en cruzar La Raya en busca de las mejores ofertas