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Escrivá apunta a la relación entre bancos y tasadoras: investigará su posible falta de independencia en operaciones de riesgo e inmobiliarias
El supervisor presiona con una carta a la banca cuestionando la elección de las tasadoras para valorar activos
No quiere perder tiempo el nuevo gobernador del Banco de España (BdE), José Luis Escrivá, y pretende dejar su impronta renovadora desde ya. Por eso, representantes del supervisor han convocado reuniones individualizadas con la mayoría de las entidades bancarias españolas para investigar la relación contractual que mantienen con las sociedades de tasación y si ésta estaría afectando a su independencia a la hora de presentar informes y hacer valoraciones de riesgos, sobre todo en operaciones inmobiliarias. Ya el anterior gobernador, Pablo Hernñandez de Cos, puso su punto de mira en ello, pero Escrivá quiere acelerar todo lo que tenga que ver con medidas de control a las actividades bancarias.
Aunque desde el Banco de España mantienen el mutismo y declinan confirmar a este diario el alcance de estas reuniones, fuentes del sector consultadas por LA RAZÓN han indicado que el Banco de España quiere trasladarles sus preocupaciones sobre determinadas operaciones del sector, tales como que los pagos que se realicen sean en "función del volumen", posibles "imposiciones de tarifas planas" o sobre espacios temporales -respecto a que los encargos se vinculen a la celeridad con la que se realicen-. Una situación que se ha precipitado tras los requerimientos realizados y las dudas que asaltan desde el Banco Central Europeo (BCE).
Por ello, el pasado mes de junio el BdE remitió un requerimiento a las patronales bancarias AEB y CECA para que comunicaran a sus asociados sus dudas sobre algunas prácticas dudosas que podrían poner en riesgo la independencia de las tasadoras. En ese comunicado, la institución alertaba de los riesgos implícitos "sobre la valoración de los activos" que estas prácticas puedan inducir sobre una interesada "sobrevaloración" de algunos activos sobre los que están concediendo hipotecas.
La presión del Banco de España viene de lejos. Desde el año pasado han sido seis las principales tasadoras que operan en España que han sudo sancionadas por deficiencias en sus procesos de control interno, tanto a nivel administrativo, técnico como de personal. Gloval, Tecnitasa, Gesvalt, Tinsa, Tasalia y AtValor han tenido que afrontar multas por no quedar "asegurada" la capacidad de estas sociedades para conocer la situación y las condiciones del mercado inmobiliario, el cumplimiento de las normas de valoración, su independencia o el control de las obligaciones de incompatibilidades.
En su último informe de estabilidad financiera, el de primavera de 2024, el Banco de España recogía que los indicadores de desequilibrio del precio de la vivienda estaban situados "en valores cercanos a una posición neutral". No obstante, recomendaba "mantener la vigilancia" sobre el sector para lograr detectar "de forma temprana una potencial acumulación de riesgos".
Desde el sector bancario entienden que el supervisor tenga potestad para realizar todos los controles que crea necesarios, pero también muestran su "extrañeza" y "desconcierto" porque sea precisamente en este caso para el que hayan sido requeridos personalmente, ya que los controles y la supervisión a las operaciones de las entidades de crédito y a las propias sociedades de tasación -que suman más de una treintena- son "constantes" y "profundas". Además, niegan que desde su posición se imponga a los clientes la tasadora durante la concesión de un préstamo hipotecario. "El cliente es libre de elegir la que convenga", apuntan.
De momento, desde el BdE se ha pedido a las entidades financieras que eliminen «prácticas singulares», por ejemplo los encargos «interesados» en la tasación de un inmueble, pues considera que podrían llegar a afectar a la independencia de las sociedades de tasación. Se refiere en concreto a procesos de retasación de un inmueble. Algunos bancos entregaban a la propia tasadora la valoración anterior o no requerían a la sociedad la visita del inmueble, ni en el interior ni en el exterior, para actualizar su valor de mercado. A la vista de prácticas como estas, en junio pidió en su carta a las patronales que evitaran este tipo de actuaciones. Ya en septiembre, el supervisor ha empezado a tener reuniones con los distintos bancos para ver cada caso en concreto, confirmaron fuentes financieras.
Tras su toma de posesión como gobernador de la máxima institución bancaria, Escrivá quiso dejar claro que el buen funcionamiento de las sociedades democráticas requiere de instituciones imparciales que ejerzan poderes delegados bajo mandatos acotados, y ha abogado por reforzar la independencia y transparencia del Banco de España.
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