Banco de España

Escrivá, de charco en charco

El gobernador del Banco de España defendió que este organismo no tiene «legitimidad democrática» para enjuiciar el sistema de pensiones, pese a que fue él mismo el autor de la última reforma

El gobernador del Banco de España, José Luis Escrivá, durante las jornadas de Información Macroeconómica, organizadas por la Asociación de Periodistas de Información Económica (APIE).
El gobernador del Banco de España, José Luis EscriváFernando SánchezEuropa Press

Epícteto (55-135), el filósofo griego de la escuela estoica, que vivió parte de su vida como esclavo en Roma, decía que «querer agradar a los demás es una trampa peligrosa». José Luis Escrivá, gobernador del Banco de España, aspirante a mayores destinos, intenta sortear las trampas que encuentra en su camino pero, a menudo, chapotea en charcos de todo tipo. El lunes defendió en el Congreso de los Diputados que el Banco de España no tiene «legitimidad democrática» para enjuiciar, por ejemplo, el sistema de pensiones. El Gobierno de Sánchez, en un día complicado por el procesamiento del Fiscal General, sin duda se lo agradeció. Escrivá, sin embargo, al descartar cualquier opinión sobre las pensiones, se mete en un charco porque, claro, enseguida aflora que él fue el autor de la última reforma.

El gobernador, por otra parte, intenta sobrevivir al dilema de lo que aprecia como economista respetado que es y lo que le conviene decir. El equilibrio es difícil y conduce a chapotear en más de un charco. La economía sí, va bien, según el Banco de España. Sin embargo, la institución, en su último informe de «Proyecciones macroeconómicas», presentado ayer, reduce en tres décimas las previsiones de crecimiento de la economía española para 2025 y las deja en el 2,4%. No es catastrófico, pero rebaja la euforia gubernamental y quizá no haya gustado mucho en la Moncloa.

«Los gobiernos de Sánchez han usado todo tipo de manipulaciones estadísticas para dar la sensación de una bonanza inexistente», escribía ayer en «The Objetive» Juan Francisco Martín Seco, ex secretario de Estado en tiempos de Felipe González y luego asesor de Julio Anguita. Escrivá intenta por todos los medios pisar charcos, pero como economista hay realidades que no puede negar. «España tiene un problema con su deuda pública», explicó también el Congreso. Todo por culpa de los llamados desequilibrios fiscales y de la falta de medidas para reducir el déficit. El problema, claro, es que uno de los escollos para reducir la deuda es el sistema de pensiones y su revalorización con la inflación. Todo, como también insiste Escrivá, en un entorno de incertidumbre, lleno de charcos , en el que intentar agradar es otra trampa peligrosa, ya lo decía Epícteto.