Transporte ferroviario

AVE: España dispondrá de otros 300 kilómetros más de alta velocidad en 2026

Adif prevé que la red, que supera ya los 4.000 kilómetros, crezca con los tramos Murcia-Almería y Játiva-Valencia

 Vista del tren AVE a su paso por Santiago de Compostela, este martes. Renfe ha estrenado este martes los 10 trenes S106 (Avril) de Talgo, con el arranque del servicio de alta velocidad a Asturias y la ampliación del recorrido a las capitales gallegas, además de que los usará en otros corredores, lo que le permitirá ampliar en cerca de 50.000 las plazas semanales ofertadas.
Vista del tren AVE a su paso por Santiago de CompostelaLavandeira jrAgencia EFE

La red de alta velocidad española, la más grande de Europa y la segunda mayor del mundo sólo por detrás de China, con más de 4.000 kilómetros de longitud; crecerá en casi 300 kilómetros más en el periodo 2022- 2026.

Según detalla el Programa de Actividad del Administrador de Infraestructuras Ferroviarias (Adif), las inversiones previstas en la red ferroviaria de titularidad de Adif Alta Velocidad para el referido periodo ascenderán a 12.001 millones de euros.

De los casi 300 kilómetros -295, concretamente- que sumará la red, 50 ya están en servicio, los correspondientes a la Variante de Pajares, puesta en servicio a finales de 2023.

El resto serán concluidos en el periodo 2025-2026. La principal actuación que recoge el plan es la línea de alta velocidad entre Murcia y Almería, que tendrá una extensión de 184 kilómetros en ancho estándar 1.435 mm con electrificación a 25kV y ERTMS.

Otros 60 kilómetros corresponderán al tramo entre Valencia y Játiva, una línea con doble vía de ancho estándar y características similares a la de Murcia-Almería.

De cara a este bienio, los planes de Adif también contemplan la finalización de las obras de una de las conexiones más esperadas, la de la alta velocidad con la T4 del Aeropuerto Adolfo Suárez Madrid-Barajas en ancho estándar. Adif está acometiendo en estos momentos las mejoras necesarias para que algunos servicios de AVE puedan prolongarse desde Chamartín a Barajas por la actual línea de Cercanías. El nuevo enlace aprovecha, de hecho, parte de la plataforma de la línea de Cercanías entre Chamartín y la terminal T-4 del aeropuerto de 8,8 kilómetros de longitud y que está en servicio desde 2011, dado que en su momento se construyó para que pudiera acoger la circulación de trenes de alta velocidad. En concreto, esta línea cuenta en parte de su recorrido (desde el túnel de acceso al aeropuerto) con vía mixta o de tres hilos, esto es, apta tanto para trenes convencionales como de alta velocidad.

El fin de las actuaciones no implica su entrada en servicio, que depende de otros actores

La llegada de la alta velocidad a Barajas era una de las principales demandas de las aerolíneas españolas, particularmente de Iberia, para permitir una mejor conectividad y hacer del aeropuerto madrileño un «hub» de referencia como es el caso de otros aeródromos europeos como París o Fráncfort. Iberia calcula que la conexión puede aportar entre 300.000 y 400.000 viajeros extra a la terminal madrileña. Se trata de viajeros en conexión de ciudades españolas que, ahora mismo, para hacer viajes de largo radio, optan en muchos casos por combinaciones aéreas que les llevan a otros aeropuertos europeos. Con la llegada del AVE a Barajas, se espera que estos pasajeros se decanten por el aeropuerto madrileño al suponer el tren una opción mucho más cómoda que enlazar dos vuelos.

El pasado mes de junio, LA RAZÓN ya informó de que Adif había contratado todos los suministros para ejecutar la obra, que tendrá un coste de 21 millones de euros.

La finalización de las actuaciones por parte del administrador ferroviario no implicará, en todo caso, que estos nuevos tramos de alta velocidad vayan a entrar en servicio el año próximo o el que viene. Su apertura comercial, como advierte Adif en su documento, implica a otros actores con competencias