La crisis del euro
España no es Italia
El mercado prefiere la estabilidad de Madrid al desbarajuste de Roma. La economía transalpina acumula más deuda y es un posible objetivo bajista
BRUSELAS- En noviembre de 2011, el tecnócrata Mario Monti era ascendido a los altares del Gobierno italiano por su pasado como ex comisario y ensalzado como único gestor capaz de sacar a la península transalpina del marasmo en el que los mercados la habían sumido. Sin embargo, apenas año y medio después, el efecto «Super Mario» se ha esfumado y en su lugar cunde el desaliento de ver a Italia sumida en una crisis política que podría arrastrar con ella a toda la zona euro.
Aunque Monti ha conseguido enderezar algunas de las cifras macroeconómicas del país, pues el déficit público se situó en 2012 en el 3%, cumpliendo así con el Pacto de Estabilidad y Crecimiento (PEC), recortando ocho décimas en comparación con el año anterior, los nubarrones sobre la economía italiana son mayores que los que acechan a España. La subida de las primas de riesgo de esta semana no deben llevar a engaño. En primer lugar, la ingobernabilidad que han arrojado las urnas en Italia plantea un escenario de zozobra que hace prever ataques bajistas en el medio plazo. Además, el hecho de que el líder del centro-izquierda, Pier Luigi Bersani, haya excluido un acuerdo de emergencia nacional con el partido del ex primer ministro Silvio Berlusconi y apueste en cambio por un pacto con el antieuropeísta Beppe Grillo, líder del Movimiento 5 Estrellas, abre de par en par las puertas de lo impredecible.
Frente a ello, el Gobierno de Mariano Rajoy cuenta en las instituciones comunitarias y el resto de las capitales europeas con un reconocido prestigio a la luz de que España ha cumplido a rajatabla las recomendaciones en materia económica que se le han planteado. Ejemplo de ello es que el diario británico «Financial Times» destacaba esta semana la mejora del déficit español, que se ha reducido hasta el 6,74% en 2012, por debajo de lo que esperaban los analistas y cerca del objetivo oficial de la Unión Europea (UE).
Para los analistas del rotativo, el Gobierno se está moviendo de hecho en la dirección correcta, frente al rumbo erróneo que han tomado otros estados como Italia. En un artículo titulado «Aliento para Madrid por el déficit presupuestario», el FT apunta que la «luz más favorable» que planea sobre España en estos momentos se debe tanto a la estabilidad política del país como a la sensación de los inversores de la buena dirección que ha tomado el Ejecutivo español.
Elemento diferencial
Otro elemento que traza una línea clara de diferenciación entre Madrid y Roma es el ratio de deuda respecto al PIB, pues en Italia alcanzó un porcentaje récord del 127% el año pasado. Frente a ello, según los cálculos publicados por el Ejecutivo comunitario, la deuda pública española alcanzará el 101% del PIB el año que viene, después del 88,4% de 2012 y el 95,8% en 2013. Pese a ser netamente inferior a la cifra italiana, el Gobierno español no cree que se alcance ni siquiera ese nivel, pues tradicionalmente este parámetro se comporta mejor en nuestro país. De hecho, en 2007, el año en que estalló la crisis financiera, España contaba con una deuda pública del 36% del PIB. Además, la corrección de los desajustes comerciales por el aumento de las exportaciones y una mejora en la cartera de servicios permitió a España recortar en 2012 su déficit por cuenta corriente casi un 78%, hasta los 37.497 millones de euros. En un año en el que la caída del consumo apuntaló la recesión de la economía, la balanza comercial recortó su déficit un 37% gracias a un aumento de las exportaciones del 4% y un descenso del 2,3% en las importaciones.
Mejoría en el turismo
Además de la contribución de la balanza comercial, al fuerte recorte del déficit de cuenta corriente contribuyó la mejora del saldo en el sector servicios (que incluye el mercado turístico), donde los pagos superaron a los ingresos con un saldo positivo de 39.574 millones de euros. Con estas cifras en la mano, algunos analistas, como el banco estadounidense Morgan Stanley, apuntaban que la caída de los costes laborales a raíz de la recesión y de las reformas adoptadas, junto a la fortaleza mostrada por las exportaciones, podrían permitir a España convertirse en «la próxima Alemania» de la zona euro.
El bono español le gana la mitad del terreno al italiano
La incertidumbre política en Italia ha disparado esta semana el interés de su bono a diez años hasta niveles desconocidos desde el pasado 19 de noviembre en el mercado. En concreto, el rendimiento de la referencia italiana llegó a crecer hasta el 4,897% al cierre el martes, y despidió la semana en el 4,79%, un 7,7% más que el viernes 22 de febrero (ver gráfico). La referencia española al mismo plazo, por su parte, ha registrado el movimiento contrario. Su interés se ha reducido un 0,95% en el mismo periodo, desde el 5,145, al 5,096%. La brecha entre ambas referencias (la prima de riesgo de España sobre Italia) ha caído un 56,2% –o 39,3 puntos– en cinco días, desde 69,9 hasta 30,6 puntos básicos.
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