Esta es la forma de ahorrar energía en casa en cinco sencillos pasos

El incremento generalizado de los precios está impactando de lleno en el bolsillo de miles de familias, que tienen cada vez tienen más dificultades para poder hacer frente a la cuota mensual del alquiler, a la comunidad de vecinos, a la factura de los suministros y, en definitiva, a cualquier recibo doméstico. En este contexto, el precio de la energía no ha parado de ahogar a los españoles, ya que el 43,5% de los consumidores en nuestro país está en situación de vulnerabilidad energética, tal y como revela la encuesta de la Federación de Consumidores y Usuarios (CECU).

Ante esta problemática, el Gobierno ha aprobado una serie de ayudas energéticas para dar un respiro a los consumidores más vulnerables y facilitarles el pago de las facturas de la luz y el gas. No obstante, desde el portal inmobiliario de Fotocasa explican como estos por su parte también podrán implementar una serie de medidas o trucos para hacer un mejor uso de la energía en sus hogares, reducir el consumo energético y conseguir un ahorro económico en sus facturas.

Bajar la potencia contratada

La potencia eléctrica determina la cantidad de aparatos eléctricos que se pueden conectar a la red simultáneamente. Es por ello que a la hora de contratar una tarifa u otra, se debe elegir una potencia que se ajuste a las necesidades de los usuarios, ya que cuanto mayor sea el tramo contratado, mayor será el coste del término fijo de la factura. Dicho ajuste permitirá al consumidor ahorrar una cuantía significativa en los recibos de la electricidad.

Utilizar ciclos ECO de los electrodomésticos

Casi todos los electrodomésticos -lavadoras, secadoras o lavavajillas- suelen contar con programas ECO. Aunque el ciclo de este programa suele ser más largo, utilizar este ciclo permite al usuario ahorrar entre un 33% y un 51% el consumo de electricidad frente a los programas habituales.

Utilizar agua fría para lavar la ropa

Lavar la ropa con agua fría o a temperatura ambiente es lo ideal para la gran mayoría de tejidos, ya que no solo mantendrá la calidad de las prendas, sino que también hará que ahorremos energía.

Moderar el uso de la calefacción y aire acondicionado

Mantener una temperatura equilibrada y lograr un confort térmico en nuestra vivienda es importante tanto en invierno como en verano. Para ello, lo ideal es que en los meses fríos la calefacción no supere los 21 grados y que en la temporada estival no baje de los 26 grados, según lo establecido en el Reglamento de Instalaciones Térmicas en los Edificios.

Abusar de la calefacción en invierno o del aire acondicionado en verano puede tener no solo un efecto en el confort térmico de la vivienda, sino que también podrá disparar con facilidad la factura de la luz o el gas que nos llegue a final de mes.

Usar la energía en las horas más baratas

En el caso de estar acogidos al Precio Voluntario para el Pequeño Consumidor (PVPC) con discriminación horaria, será importante que el consumidor adapte su uso de la energía a las horas valle (00:00-08:00, fines de semana y festivos) y llano (08:00-10:00, de 14:00-18:00 y 22:00-00:00) para así conseguir ahorrar al máximo. Si el consumidor decide poner una lavadora en las horas punta (10:00-14:00 y de 18:00-22:00), esto podría hacer que la factura energética se encareciese ese mes.