Mientras que en la mayoría de países de Europa la tendencia de los más pudientes reside en trasladar sus residencias dichas zonas estratégicas, la realidad es que una de las naciones más importantes de la Unión Europea rompe la regla en cuestión. Por excepcional que parezca, la situación en este territorio es más compleja de lo que pudiera parecer en un principio. Para colmo de los implicados, un estudio ha refutado esta afirmación alegando que, en efecto, este caso concreto se trata de una anomalía alejada del resto de países del continente con una tendencia opuesta a los mismos.

El análisis situacional del fenómenoha sido publicado por Vincent Vandenberghe, catedrático experto en economía en la Universidad Católica de Lovaina, en el medio especializado Regards économiques. En el mismo se relaciona la pérdida de activos en las grandes ciudades con el auge de la periferia. Sin embargo, este ascenso de las zonas menos favorecidas históricamente ha sido un cambio progresivo que remonta sus inicios décadas atrás, concretamente desde 1970 se ha experimentado una variación cada vez más notable con respecto a este tema. En efecto, el país que se ha visto afectado por esta modificación es Bélgica.

La huida de Bélgica: un fenómeno con causas concretas

Según informa el docente, esta tendencia atañe a todas las grandes ciudades del país, desde Bruselas y Amberes hasta Lieja y Charleroi pasando por Gante, Brujas, Lovaina y Namur. Por poner en contexto el verdadero impacto de lo que llega a suponer esta huida, las ciudades antes mencionadas en 1977 aún representaban el 30% de la renta imponible nacional, pero, con los datos recogidos en 2021, su participación disminuyó hasta el 20,4%. Esto ha conllevado al desarrollo de una situación prácticamente inédito a nivel europeo y es que la renta media per cápita de las urbes principales es inferior a la de sus anillos periurbanos.

"En Bruselas, por ejemplo, los ingresos de los habitantes del "centro" son de media un 25% inferiores a los de la periferia", asegura el experto. De esta manera, recientemente la despoblación del sector más adinerado se ha visto reflejada en la descentralización de las empresas que han relegado sus localizaciones fuera de estas ciudades. Varios de los factores específicos que han motivado esta anomalía tienen que ver con las políticas aplicadas durante los últimos años en estas zonas. Por un lado, la política permisiva de uso del suelo en la periferia y la ausencia de reglas que limiten la expansión urbana.

Por otro lado, otro de los temas candentes de la sociedad que generan serias controversias, tanto por su debate como por sus efectos sociales, es la inmigración. Es por eso que, la falta de una estrategia de distribución de las poblaciones migrantes también ha favorecido la agrupación de estos en las ciudades céntricas. Por otro lado, Bruselas, concretamente, ha sufrido un "debilitamiento del papel económico y político de la capital en el contexto de la federalización del país", en palabras de Vandenberghe.

Las consecuencias y las posibles soluciones

"Este fenómeno va acompañado de una menor tasa de empleo en las ciudades, a pesar de tener una población más joven, así como de una alta concentración de personas de origen inmigrante", anuncia. De esta suerte, las dos vertientes que presenta el catedrático se plantean desde su valor estratégico. Por una parte, el hecho de fortalecer la solidaridad territorial a través de tres posibles opciones: las transferencias financieras, el fortalecimiento de fondos específicos o una extensión de la base impositiva de las grandes ciudades, las perjudicadas, hacia sus periferias.

Por supuesto, la otra posible solución atañe al estilo de vida de los residentes y a la reevaluación de los centros urbanos. Este suceso atiende a unas políticas que mejoren de forma directa servicios básicos como la educación, el transporte público o la cultura. "En un contexto de suburbanización todavía activa, es urgente poner en marcha una política urbana ambiciosa, coherente e integrada. De lo contrario, las desigualdades territoriales y los desequilibrios socioeconómicos probablemente seguirán empeorando", sentencia el experto.