Los fondos nombran a Rafael Villaseca nuevo consejero delegado de Celsa sin esperar la autorización del Gobierno

Los fondos acreedores de Celsa, a los que un juzgado de Barcelona ha dado carta blanca para tomar el control de la siderúrgica catalana, han activado su desembarco en la compañía pese a que el Gobierno no haya dado todavía su visto bueno. El primer paso que han dado ha sido nombrar como nuevo consejero delegado a Rafael Villaseca en sustitución de Francesc Rubiralta.

En un comunicado difundido hoy miércoles, los fondos han afirmado que el directivo catalán "será el encargado de presidir el nuevo consejo que pilotará la nueva etapa de la compañía y garantizará su viabilidad y estabilidad". En la misma nota, los acreedores han añadido que "con el nombramiento de Villaseca, los fondos apuestan por una figura reconocida y de consenso con la administración, y cumplen con el compromiso anunciado en su plan de reestructuración de poner la compañía en manos de ejecutivos independientes de primer nivel y con dilatada trayectoria profesional".

"Directivo de prestigio internacional, Villaseca fue nombrado consejero delegado del Año en los Platts Global Energy Awards 2010, los premios más importantes del sector energético a nivel mundial", han destacado los fondos en su comunicado.

Villaseca, ingeniero por la Universidad Politécnica de Cataluña y MBA por IESE, fue consejero delegado de Gas Natural Fenosa durante trece años, de 2005 hasta 2018, y es el actual presidente de la Fundación Naturgy (antes Gas Natural Fenosa). También es consejero de Cementos Molins y de VidaCaixa y ha sido miembro del Consejo Asesor de Foment del Treball Nacional. Su trayectoria también incluye cargos como consejero de Enagás, consejero-director general del Grupo Panrico, consejero delegado de Nueva Montaña Quijano, presidente de Gestión de Infraestructuras, presidente del Grupo INISEL (hoy Grupo INDRA), presidente del Club Español de la Energía y Vocal de la Junta Directiva del Círculo de Economía.

Visto bueno del Gobierno

El movimiento se produce apenas dos días después de que el el Juzgado Mercantil número dos de Barcelona homologara el plan de reestructuración presentado por los fondos que les permite convertir la deuda en acciones de la compañía y tomar su control y sin esperar a la decisión del Gobierno sobre este traspaso de poderes. El Ministerio de Industria, Comercio y Turismo advirtió el martes de que la operación está sometida al control de inversiones extranjeras y, por tanto, la propiedad y el control efectivo de la empresa por parte de los acreedores financieros no se hará efectivo hasta que el Consejo de Ministros autorice la operación. Para ello, destacó, los inversores deben presentar la correspondiente consulta o solicitud de autorización.

Desde Industria trasladaron que se han comprometido a negociar con los nuevos propietarios para garantizar la viabilidad de Celsa, la integridad de sus unidades de negocio, el mantenimiento de todos los empleos, su continuidad en España, así como la puesta en marcha de una gobernanza corporativa "moderna, independiente y profesional". El Gobierno asegura que su prioridad es garantizar la estabilidad de los más de 10.000 profesionales que trabajan en el grupo siderúrgico. Algo a lo que, por su parte, se han comprometido los fondos acreedores.