Freixenet decide mantener su sede social en Cataluña tras la aplicación del 155

La compañía presidida por José Luis Bonet desestima el traslado tras constatar «el cambio habido en los últimos días en la situación política» en la región. El artículo 155 frena la fuga de empresas.

Si Caixabank y Banco Sabadell marcaron la tendencia de una estampida de empresas de Cataluña en la que, hasta ayer, se han visto envueltas 1.883 compañías, la histórica Freixenet puede hacerlo justamente por lo contrario, al permanecer en la comunidad autónoma. Ayer, el consejo de administración de la firma catalana que lidera la producción del cava de calidad a nivel mundial y que se creó en el año 1861 apostó por proseguir su actividad en la comunidad autónoma y no cambiar de sede. Y eso que su presidente, José Luis Bonet, había amagado con el traslado de domicilio desde su púlpito en la Cámara de Comercio de España, que también preside, donde ha sido uno de los empresarios catalanes más duros con las consecuencias del secesionismo.

Según comunicó la compañía, tras reunirse sus mandatarios en su domicilio social de Sant Sadurní D´Anoia, el cambio de la situación política experimentado durante los últimos días en Cataluña, tras la aplicación por parte del Gobierno del artículo 155 de la Constitución y la convocatoria de elecciones autonómicas el próximo 21 de diciembre, desaconsejan el traslado. En un comunicado, Freixenet afirmó que «se constata el cambio habido en los últimos días en la situación politica y jurídica en Cataluña en el sentido de afirmación del orden constitucional y democrático».

A la vista de ello, la firma productora de cava subraya «la necesidad de recuperar cuanto antes la dinámica económica positiva que se ha puesto en cuestión de forma grave en los últimos dos meses», remarcando que «la recuperación económica en Cataluña y en España aconseja en este momento y en estas nuevas circunstancias no proceder al cambio de sede social, como corresponde a una empresa catalana y, por tanto, española como es Freixenet».

La decisión, que puede marcar un importante cambio de tendencia en el éxodo empresarial que se ha desatado en Cataluña tras el referéndum ilegal del pasado 1 de octubre se produce justo un día después de que el ministro de Economía, Luis de Guindos, mostrara su convencimiento de que podría producirse una marcha atrás de las compañías asentadas en Cataluña, a la vista de la normalización de la situación en la comunidad autónoma tras la decisiva intervención del Gobierno, el pasado viernes. Según manifestó, la aplicación de la legalidad «garantiza un entorno de tranquilidad y normalidad», por lo que «ya no hay motivo para esta fuga, ni para la salida de depósitos, ni para el boicot a los productos catalanes».

Afirmación profética

En este sentido, en una afirmación que hoy se torna profética, apuntó que «las empresas catalanas tomarán nota». La decisión de Freixenet contrasta con la adoptada por el otro gran productor de cava, Codorníu que el pasado lunes, día 16 de octubre, anunció su marcha de Cataluña, lugar en el que permanecía desde el origen de su actividad, allá por 1551. La firma Unideco, S.A., empresa holding del grupo Codorníu Raventós, aprobó entonces el cambio de sede social desde San Taduní D´Anoia, en Barcelona, hasta la localidad de Haro, en La Rioja, a la vista de «la situación de incertidumbre política y jurídica en la que se encuentra sumida Cataluña, y con el objetivo de garantizar los intereses de sus trabajadores y clientes».

La instauración de la normalidad en la región está teniendo también consecuencias en la intensidad de la fuga de empresas. Si hasta el pasado viernes se marchaban más de cien firmas al día, desde el 1-O, ahora el goteo es mucho menor. De acuerdo con los datos del Colegio de Registradores de España, en la jornada del lunes, la última de la que hay estadísticas disponibles, salieron de Cataluña 62 compañías, la cifra más baja en un día desde que comenzó el éxodo. El viernes, día en el que el Parlamento catalán declaró la independencia, la cifra ascendió a 140 empresas.

De las 1.883 sociedades que se han movido a otros puntos de España, 1.686 tenían su sede en Barcelona, 85 en Tarragona, 75 en Lérida y 36 en Gerona. En sentido contrario, desde el 2 de octubre hasta ayer han traslado su sede social a Cataluña sólo 75 empresas, lo que arroja un saldo negativo de 1.808.

Una de las más emblemáticas que han decidido su traslado, Gas Natural, tiene previsto celebrar precisamente su primer consejo de administración en Madrid la próxima semana. Durante la reunión, aprobará los resultados de los nueve primeros meses del año. Como se recordará, el Banco Sabadell ya presentó los resultados del tercer trimestre en Madrid el pasado viernes. Un día antes, el consejo los había aprobado en la ciudad de Alicante.

Ayer, la sociedad cotizada de inversión inmobiliaria (socimi) Hispania decidió retrasar hasta el primer trimestre del próximo año el proceso de venta de su cartera de oficinas ante la situación de incertidumbre en Cataluña, según comunicó a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV). Este proceso de desinversión se enmarca en la estrategia de la empresa de poner en valor estos activos mediante su venta individual o en carteras.