Energía

El Gobierno fragmenta la CNMC y recupera la Comisión Nacional de la Energía

El organismo se integró en la CNMC en 2013, pero el Ejecutivo alega que la transformación del sector hace necesaria su vuelta. Este martes el Consejo de Ministros ha dado luz verde al anteproyecto de ley

El Consejo de Ministros ha dado luz verde al anteproyecto de ley para recuperar la extinta Comisión Nacional de Energía (CNE), que nació en 1995 y en 2013, durante la primera legislatura de Mariano Rajoy, pasó a estar integrada en la Comisión Nacional para los Mercados y la Competencia (CNMC) junto a otros reguladores. Según ha explicado este martes la vicepresidenta tercera del Gobierno y ministra para la Transición Ecológica, Teresa Ribera, se tramitará por la vía de urgencia y podría publicarse en el Boletín Oficial del Estado (BOE) antes de fin de año, tal y como habían pactado PSOE y Sumar en su acuerdo de Gobierno. La propuesta de trocear la CNMC se había topado hasta el momento con la negativa de Nadia Calviño, ahora presidenta del Banco Europeo de Inversión (BEI) y hasta diciembre vicepresidenta primera y ministra de Asuntos Económicos.

Funciones que desempeñará

En la rueda de prensa posterior al Consejo, Ribera ha asegurado que hay 24 reguladores independientes en el ámbito europeo, que la creación de la CNMC se debió a un criterio de oportunidad política en 2013, pero que ante la transformación del sector energético para alcanzar la neutralidad climática se debe recuperar una autoridad regulatoria independiente bien dotada de recursos.

Para ello, se actualizarán sus funciones, se reforzarán sus medios y contará con un fondo específico para la gestión y liquidación de los sistemas de electricidad y gasista en las actividades reguladas. Este fondo para gestionar las liquidaciones de los sectores energéticos es una medida que responde a la petición expresa de la Intervención General de la Administración, de la Oficina de Contabilidad Nacional, para facilitar la transparencia y la mejor gestión de los flujos económicos que proceden de estas actividades reguladas que aparecen en las facturas pero que corresponde liquidar a las operadoras, ha añadido.

Esta CNE, además de sus funciones clásicas de seguimiento del funcionamiento correcto de los mercados energéticos, una vía con la que se quiere garantizar precios competitivos para los consumidores y señales eficientes para la inversión, tiene que incorporar la descarbonización. En este sentido, ha explicado que se trata de favorecer, a la hora de tomar las decisiones regulatorias, ese objetivo europeo de la descarbonización.

Según ha subrayado la ministra, el nuevo organismo asume funciones regulatorias; consultivas; de asesoramiento y resolución de conflictos entre operadores e incorpora nuevos vectores energéticos, a los que se añade el hidrógeno y los gases renovables a la electricidad, el gas y los hidrocarburos. También se reforzarán las funciones de inspección, consolidando atribuciones que desempeñaba de manera transitoria como el velar por la resolución de las quejas de los consumidores.

Estructura

La CNE se constituirá como entidad de derecho público de ámbito estatal, con personalidad jurídica propia y plena capacidad pública y privada. Según los plazos previstos en el anteproyecto, la nueva entidad debe haberse constituido y estar plenamente operativa en un plazo de cuatro meses desde la aprobación de la ley de creación.

La Comisión Nacional de Energía estará adscrita al Miteco y ejercerá sus funciones a través de dos figuras principales, el Consejo y el Presidente, que también lo será del Consejo. De ellos dependerán, además de la Secretaría General y la Secretaría del Consejo, y tres direcciones de instrucción: la de Electricidad, la de Hidrocarburos y Nuevos combustibles y la de Inspección, de nuevo cuño, para reforzar su labor supervisora.

El Consejo será el órgano colegiado de decisión –nombra al vicepresidente, aprueba el anteproyecto de presupuestos internos, la memoria anual y los planes de actuación, el reglamento de funcionamiento interno…– y estará integrado por siete miembros: el presidente, el vicepresidente y cinco consejeros, que tendrán un mandato de seis años sin posibilidad de reelección.

Hasta que se recupere este organismo, la CNMC seguirá desempeñando sus funciones con normalidad y la recuperación de los equipos y dotaciones se hará con la mayor diligencia.