Iberia
Golpe a la Marca España
La huelga de Iberia bloqueará los aeropuertos y afectará al 80% de los viajeros extranjeros.
Los días previos a la dulce Navidad que está a la vuelta de la esquina serán agitados en los aeropuertos españoles. Tras las fallidas conversaciones de ayer entre sindicatos y aerolínea, casi 20.000 trabajadores de Iberia iniciarán el día 14 de diciembre seis jornadas de paro que supondrán unas pérdidas para la compañía aérea de unos 18 millones de euros. En concreto, un día de huelga le supone a la aerolínea la anulación de una media de 110 vuelos, según datos estimados por Iberia tras los últimos paros convocados por el Sepla. «Pero, en este caso, las consecuencias económicas para la empresa son sólo una pata del problema. La otra, aunque es intangible, tiene, si cabe, un coste más "caro", pues supone la pérdida de credibilidad y prestigio de la Marca España como destino turístico, lo que da al traste con parte de la inversión realizada en promoción y que ronda los 99 millones de euros para 2012», confirma Alberto Moreno, director del área de Turismo de la Universidad Europea de Madrid y miembro de la Mesa del Turismo.
La imagen del país se nutre de sus grandes empresas «y acciones de este tipo generan inseguridad en el viajero, una incertidumbre que tiene secuelas a medio y largo plazo, lo que puede reducir el número de viajeros que opten por España en los próximos meses», añade.
Aunque en los últimos años la cuota de mercado de Iberia ha disminuido hasta el 17,9 por ciento, la huelga anunciada puede bloquear la mayoría de los aeropuertos nacionales, ya que también está incluido el personal de tierra o «handling» que presta asistencia a 220 aerolíneas en 41 aeropuertos. «El 80 por ciento de los viajeros extranjeros llega a España en avión y gran parte de ellos lo hacen a través de Iberia, por lo que, si tienen dificultades para venir, optarán por cancelar su billete. Y no sólo se trata de turistas, sino también de ejecutivos que llegan por motivos de trabajo», explica Joan Gaspart, presidente del Consejo de Turismo de la CEOE.
«Con probabilidad, el paro puede sitiar la T4 de Barajas, donde Iberia tiene su centro de operaciones, pero también repercutirá en otros aeropuertos clave durante el mes de diciembre. Es el caso de las Islas Canarias, que es un destino clásico para los viajeros internacionales que inician sus vacaciones el día 15 en busca de temperaturas cálidas. Precisamente Iberia atiende al 70 por ciento de las aerolíneas que operan en Gran Canaria y Tenerife», asegura Rafael Gallego, presidente de la Confederación Española de Agencias de Viajes (CEAV). Aunque se decreten servicios mínimos, se estima que unos 7.000 pasajeros pueden quedar atrapados en los aeródromos canarios debido a la huelga.
A pesar de la difícil coyuntura general, se espera cerrar el año con la llegada de 58 millones de turistas extranjeros, lo que significa recuperar datos similares a periodos anteriores a la crisis. «De hecho, el turismo se ha convertido en el motor de la economía de los últimos años, pues es el único sector que ha logrado buenos datos en 2012, hasta superar el diez por ciento del Producto Interior Bruto. Por ello, una huelga de este tipo, precisamente en la temporada alta de destinos como Canarias, supone un varapalo para el mundo turístico, pero también para la economía general, pues el hecho de que alguien anule su billete de avión también repercute en los beneficios de los hosteleros, restauradores y pequeños y grandes comercios en general», matiza Gallego.
Seguridad mermada
Proyectar una imagen de conflicto fuera de nuestras fronteras pasará factura al sector turístico. «Parte de los 52 millones de viajeros internacionales que han llegado a España este año lo han hecho como respuesta a la inseguridad que muestran otros destinos de nuestra competencia, como los del norte de África. Somos refugio de otros lugares conflictivos, pero huelgas o manifestaciones en las calles merman el punto fuerte que ahora está salvando nuestros resultados», recuerda Gallego. En este sentido, Gaspart reclama una solución consensuada entre la empresa y los sindicatos, «al menos que intenten acercar posiciones, pues el turismo es un sector muy sensible a agentes externos».
Iberia y sindicatos tendrán la próxima semana dos nuevas citas para intentar «salvar» la situación, algo que beneficiará a la aerolínea, a los trabajadores y, también, a los viajeros. «Durante las fiestas de Navidad el 20 por ciento de los desplazamientos se deben a motivos familiares. Por ello, si algo sale mal estos días, ya sean retrasos o cancelaciones de vuelos, el mal recuerdo se agrava y multiplica las sensaciones negativas hacia el destino», concluye Moreno.
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