Grifols se desploma en bolsa un 35% tras anunciar una caída de sus beneficios del 72%

Grifols no termina de serenar su camino y vuelve a sufrir los golpes de los mercados tras desplomarse un 35% en bolsa tras hacer públicos sus resultados de 2023, ejercicio que cerró con una pérdida de beneficio neto del 71,6% y dejarlo en 59 millones, que la multinacional farmacéutica ha achacado al coste de la reestructuración. Este nuevo despeñe se suma al que provocó el informe del inversor bajista Gotham City Research, que provocó la primera tormenta en bolsa de Grifols, tras acusar a la compañía de manipular los números y censurar las relaciones con Scranton, una sociedad domiciliada en Ámsterdam y participada por miembros de la familia Grifols y por directivos y exdirectivos de la empresa. Ahora, la caída de sus beneficios ha desatado una nueva tormenta bursátil.

Tras casi dos meses acosada por la turbulencias bursátiles a raíz del informe de Gotham, Grifols informó a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) que el beneficio neto se situaría en 206 millones -en línea con el año pasado (208)- si se excluyeran los gastos extraordinarios relacionados con los costes de reestructuración, gracias al crecimiento de los ingresos de un 10,9% en relación a un año antes, hasta un récord de 6.592 millones, y el ebitda (beneficio bruto) ajustado se situó en 1.474 millones de euros, lo que representa un margen sobre ventas del 22,4%, situándose por encima de las previsiones, que excluyen 223 millones de euros de gastos extraordinarios que comprenden, principalmente, 159 millones de euros de costes de reestructuración.

La ratio de apalancamiento, en el centro de la tormenta que ha vivido la compañía las últimas semanas en bolsa, ha rebajado a 6,3 veces el ebitda y avanza en su objetivo de alcanzar las 4 veces, aunque en números absolutos la cifra es de 9.420 millones. La firma ha señalado que los ingresos procedentes de la venta del 20% de Shanghai RAAS al Grupo Haier se destinará "íntegramente" a amortizar deuda. Precisamente, el informe de Gotham que provocó la tormenta en bolsa de Grifols puso el foco en su elevada deuda, acusando a la compañía de manipular los números, y censuró las relaciones con Scranton, una sociedad domiciliada en Ámsterdam y participada por miembros de la familia Grifols y por directivos y exdirectivos de la empresa.

Las previsiones para 2024 incluyen un crecimiento de los ingresos superior al 7% en términos constantes, impulsado por Biopharma, y un ebitda ajustado por encima de 1.800 millones de euros, excluyendo la contribución de Shanghai RAAS de 50 millones en 2023.

Estos resultados son achacables a la antigua cúpula de la compañía, con la familia Grifols -Raimon Grifols, Víctor Grifols Deu y Albert Grifols Coma-Cros- al frente, con cargos ejecutivos dentro de su consejo de administración, en un contexto marcado por la crisis de la firma tras la última ofensiva lanzada por Gotham. Para evitar un mayor deterioro, la compañía anunció a principios de mes cambios en su gobernanza, tras nombrar consejero delegado a Nacho Abia -que asumirá su cargo con plenos poderes el próximo 1 de abril- y mantener a Thomas Glanzmann como presidente ejecutivo, al tiempo que Raimon Grifols, Víctor Grifols Deu y Albert Grifols Coma-Cros permanecen como consejeros dominicales.

Glanzmann ha asegurado que la compañía "simplificará" su estructura y no realizará más operaciones con partes vinculadas, como las efectuadas con Scranton, que centraron los ataques del fondo de inversión bajista Gotham City Research.En una conferencia con analistas para tratar sobre los resultados de la compañía de 2023, Glanzmann ha destacado que "nos continuaremos focalizando en la gobernanza corporativa".