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Bruselas

Hacienda compensará la rebaja del IRPF con alzas en los carburantes

La reforma fiscal incluirá nuevas subidas en impuestos especiales. de productos como el alcohol, el tabaco y los hidrocarburos

La Razón
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El Gobierno aplicará el año que viene nuevas subidas a los impuestos especiales (tabaco, hidrocarburos, electricidad y bebidas alcohólicas) para mitigar parte de los cerca de 4.000 millones de euros de pérdida de ingresos tributarios estimados por la rebaja que aplicará en el IRPF, según ha podido saber LA RAZÓN de fuentes cercanas al Ministerio de Hacienda. Además, el departamento que dirige Cristóbal Montoro volverá a modificar el Impuesto de Sociedades para elevar las bases imponibles de las grandes empresas.

De los cuatro impuestos especiales mencionados, los dos que más recaudación aportan al Estado son el tabaco y la fiscalidad de los hidrocarburos –15.659 millones de euros conjuntos en 2012, el 86% de la recaudación total por especiales– y a ellos, fundamentalmente, fía Hacienda el aumento de los ingresos en el ámbito. En el caso de los carburantes, empresas del sector como Repsol han señalado recientemente que prevén un incremento del consumo en los próximos meses, y el Ministerio quiere aprovechar este escenario para elevar los ingresos por encima de los 10.000 millones este año y el siguiente y recuperar los niveles de 2008. Entre enero y septiembre de este año, el Estado ya recaudó un 14% más que en el mismo periodo de 2012.

En el caso del tabaco, el Ejecutivo ya aplicó cambios en la fiscalidad el pasado verano para desincentivar su consumo y aumentar la recaudación, modificaciones que elevaron en entre 10 y 15 céntimos el precio de la cajetilla de cigarrillos y en cerca de un 10% el coste del paquete de picadura de liar. No obstante, la subida provocó entre julio y septiembre el efecto contrario al deseado en términos tributarios, ya que la recaudación se desplomó hasta un 27,5% en comparativa interanual –septiembre, datos de la Agencia Tributaria– ante la caída de las ventas, el auge del tabaco de liar, el descenso en el número de fumadores y el aumento del contrabando. El próximo incremento irá «en línea» con el anunciado el pasado verano, según apuntan fuentes cercanas a Hacienda.

En el caso de las bebidas alcohólicas, cuya tributación se incrementó un 10% el pasado verano, el Ejecutivo estudia aplicar un aumento similar el año que viene. Entre julio y septiembre, la recaudación se disparó un 23,5% interanual como consecuencia de la subida fiscal y el incremento del consumo vinculado al turismo, y sólo en agosto, los ingresos se dispararon un 46% respecto al mismo mes de 2012. Según informan las patronales del sector, la mayoría de las empresas que vende bebidas espirituosas en nuestro país decidió asumir entonces la carga fiscal «extra» y no la trasladó a los consumidores.

Además de lo anterior, y entre otros cambios fiscales que se esperan para el año que viene, en enero de 2014 entra en vigor el impuesto sobre gases fluorados. Hacienda también prevé extender también las medidas medioambientales a la tributación de los vehículos a motor, penalizando a los que más contaminan. En el ámbito de Sociedades, los expertos que estudian la reforma fiscal idean la fórmula para que el impuesto logre recaudar más de las grandes empresas, elevando las bases imponibles.

Por otra parte, y por indicación de Bruselas, el Gobierno cambiará la tributación de algunos productos sanitarios del 10% al 21%, y el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, apuntó esta semana que el IVA no subirá. Las organizaciones de productores, industria de alimentación y bebidas, distribución, comercio y restauración –FIAB, Aecoc, Anged, ACES, Asedas, CEC, FEHR, Fehrcarem y Cooperativas Agroalimentarias– aplaudieron la decisión.

La nueva fiscalidad no tocará los tributos de las autonomías

Los expertos que analizan la reforma «global» del sistema tributario español no tendrán en cuenta los impuestos y las tasas creados en las comunidades autónomas, según ha podido saber LA RAZÓN. La transferencia de competencias del Ministerio de Hacienda a las autonomías impide que el Gobierno pueda eliminar o modificar tributos propios «inventados» a nivel regional, a menos que una sentencia judicial falle en contra de los mismos o que se modifique la legislación actual. Además, para frenar la sobredosis normativa en las CC AA y su impacto en la actividad económica de España, la principal arma del Ejecutivo es la Ley de Unidad de Mercado, que depende de Economía. Esto significa que tasas y tributos medioambientales como el que grava las grandes superficies comerciales (vigente en Cataluña, Aragón, Asturias, Navarra, La Rioja y Canarias), los vertidos a las aguas litorales (Andalucía y Murcia) o el canon de saneamiento (vigente en ocho de las 17 comunidades) no podrán ser suprimidos o modificados por la reforma fiscal que prepara el Gobierno. El impuesto sobre los premios del bingo (Asturias, Baleares, Galicia y Murcia) y los tributos por los depósitos bancarios, entre otros, también escapan del control de Hacienda. Por tanto, los expertos no centrarán su análisis en ellos.