Farmacia
Hacienda quiere que las farmacéuticas paguen el déficit autonómico
Sufragarían el gasto en medicinas que supere en un 50% el incremento anual del PIB.
Tras el descalabro de 2014, el Gobierno busca reducir de forma significativa el déficit autonómico en el presente ejercicio. Una de las vías que maneja es el recorte de la factura farmacéutica y, consciente de que este capítulo representa una parte fundamental de los presupuestos regionales, pretende que los laboratorios sufraguen una porción del posible exceso de gasto causado por los medicamentos que fabrican. Según ha podido saber LA RAZÓN, el gabinete del ministro Cristóbal Montoro ha pedido a las compañías que contribuyan a las arcas públicas cuando la factura se dispare a partir de un tope, aplicando para ello una fórmula compleja que aún no está cerrada de forma definitiva.
La fórmula, por decidir
La idea inicial de Hacienda y del responsable económico del presidente del Gobierno, Álvaro Nadal, es que los fabricantes de fármacos sufraguen todo exceso de gasto causado por sus productos que exceda una fracción del aumento del PIB, que oscilaría entre el 40 y el 50%, según las primeras conversaciones mantenidas hasta el momento. Así, si la economía creciera un 3% este año y la factura pública en medicinas recetadas desde los centros de salud lo hiciera en un 2,5%, los fabricantes tendrían que abonar al erario público un 1% de ese gasto, en caso de que se aplicase finalmente una reducción del 50% a la cifra del PIB como factor corrector.
El objetivo es que este dinero extra no vaya a parar directamente a las arcas del Estado, sino a las comunidades, que son las que soportan el gasto en medicinas al contar con las competencias traspasadas y que son las que más están sufriendo para cumplir los objetivos de déficit público.
De esta forma, las compañías estarían financiando de forma directa el déficit de las autonomías, que en 2014 se disparó más de un 10%, hasta los 17.529 millones de euros, casi 1.600 millones por encima del de 2013.
Sin embargo, según las negociaciones preliminares, no todas ellas serían las beneficiarias sino, en principio, aquellas que se acojan a las directrices emanadas desde el departamento que dirige Montoro. ¿Recibirían la aportación de la industria farmacéutica sólo las que se han acogido al Fondo de Liquidez Autonómica (FLA)? En principio, parece que sí que habrá distinción entre autonomías «buenas» y autonomías «malas», pero la decisión no está aún cerrada.
A la espera del Senado
La idea de ligar la subida del gasto en medicinas a la evolución del PIB no es nueva. Ya lo recoge una enmienda introducida por el Partido Popular en la Ley de Estabilidad Presupuestaria durante su tramitación en el Congreso. Esta medida, que deberá ser refrendada por el Senado, añade el carácter de voluntariedad a la norma. Es decir, que sólo la adoptarán las comunidades que quieran.
La iniciativa oficial está desatando estos días una auténtica revolución en las empresas afectadas, según fuentes del sector. De hecho, la patronal Farmaindustria empezó a negociar con Hacienda a finales del pasado año la posibilidad de acompasar la subida del gasto en medicinas al crecimiento del PIB, con el fin de dotar de un horizonte de estabilidad al sector, sometido en los últimos años a diversas medidas emanadas desde el Ministerio de Sanidad para contener el gasto y cumplir con las exigencias de Bruselas.
Beneficiadas por los planes de pronto pago diseñados por Montoro para sus facturas en las diferentes comunidades, las compañías confiaban en que no se aplicase factor de corrección alguno, en cuyo caso sólo deberían abonar dinero a las arcas públicas si el gasto sobrepasase la subida del PIB. Si fuera inferior, las empresas no serían penalizadas.
La sorpresa ha llegado poco antes de Semana Santa con la modificación introducida y puede tener un impacto importante en los resultados de las empresas afincadas en España. De hecho, aún persiste la duda de si tendrían que pagar todas proporcionalmente en caso de ser penalizadas o sólo aquellas cuyos productos sobrepasan la cifra de gasto.
Se trata de un debate que se recrudecerá durante los próximos días si Hacienda y la Oficina Económica de Moncloa se mantienen firmes en los propósitos comunicados estos días. El peso del gasto farmacéutico en las cuentas de las comunidades autónomas no es baladí. En 2015, las regiones cuentan con un presupuesto total de 181.380 millones. La partida destinada a Sanidad de esa cantidad es de 54.574 millones, y el presupuesto inicial para farmacia alcanza los 8.420 millones, aunque el gasto real podría dispararse hasta los 9.337 millones, según las estimaciones de la propia patronal Farmaindustria.
Un gasto desigual
Con todo, el gasto en medicamentos es mucho mayor pues las estadísticas oficiales sobre recetas no contabilizan el generado desde los hospitales, que está creciendo con la llegada de los últimos fármacos más innovadores, sino sólo el emanado desde la llamada Atención Primaria. Andalucía y Madrid son las regiones que más gastan en fármacos, con una partida inicial de 1.528 millones y 1.032 millones, respectivamente.
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