Industria ferroviaria

La húngara Magyar Vagon presenta formalmente la OPA sobre Talgo y envía el folleto de la operación a la CNMV

La Junta de Inversiones Exteriores analiza ya la operación para fijar la posición del Gobierno

El consorcio húngaro Ganz-MaVag Europe ha presentado hoy formalmente la oferta pública de adquisición (OPA) para hacerse con el fabricante español Talgo al depositar en la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) el folleto con los detalles de su propuesta.

En la presentación preliminar de la OPA que presentó hace casi un mes, Ganz-MaVag planteó una oferta de 5 euros por acción, lo que suponía valorara en 619 millones de euros a Talgo. El precio, según el consorcio húngaro, representa una prima del 14,4% respecto al precio actual de las acciones de la empresa, del 27,7% en comparación con la situación previa a cuando trasladó su interés en noviembre y del 41,4% respecto a la media de los seis meses anteriores.

Con la presentación del folleto, Ganz-MaVag Europe avanza en el proceso para adquirir Talgo después de que el pasado 22 de marzo solicitase autorización al Gobierno para cerrar la adquisición. El Ejecutivo se pronunciará una vez recibido el informe preceptivo, aunque no vinculante, de la Junta de Inversiones Exteriores (JINVEX), un órgano en el que participan diversos ministerios pilotado por la Secretaría de Estado de Comercio, que dispone de tres meses para su evaluación y que ya está trabajando en ello, según han trasladado desde Economía. Si la autoriza, la CNMV volverá a tomar las riendas de la OPA para comenzar su análisis y el folleto se haría entonces público. El control de inversiones exteriores se ampara en una publicación de la Comisión Europea, de abril de 2022, con orientaciones a los Estados miembros para garantizar una mayor vigilancia de las entradas de fondos procedentes de Rusia y Bielorrusia. En este contexto, España aprobó en julio de 2023 un real decreto de inversiones extranjeras, con un desarrollo posterior en una orden ministerial, de enero de este año. Las normas de control temporal de inversiones están vigentes hasta finales de 2024.

Además de la autorización del Gobierno, la OPA, según describe el folleto, también necesitará del visto bueno de las autoridades de Competencia de la Comisión Europea, Albania, Kosovo, Montenegro, Serbia, Egipto y Arabia Saudí, así como a las autoridades de negocio danesas.

La compañía húngara tiene que presentar ahora en siete días los avales bancarios pertinentes para garantizar los 619,3 millones de la operación, como establece la Ley del Mercado de Valores.

Garantías

Aunque habrá que esperar a la decisión del Gobierno para conocer los pormenores del folleto, desde el consorcio húngaro han destacado que su oferta garantiza la "españolidad" de Talgo, cuya cotización se han comprometido a mantener en la Bolsa española. Además, la empresa magiar también ha asegurado que mantendrá los puestos de trabajo y los centros de producción que la compañía tienen en Rivabellosa (Álava) y La Mata (Madrid). Ganz-MaVag también ha destacado que su propuesta permitiría incrementar de forma importante la capacidad productiva de Talgo ya que dispone de ocho plantas en distintas localidades húngaras que están dedicadas a la producción, reparación y mantenimiento de vehículos ferroviarios, ingeniería, piezas y motores eléctricos que suman más de medio millón de metros cuadrados de superficie. La compañía española tiene ahora mismo una cartera valorada en más de 4.000 millones de euros para la que necesita más capacidad productiva.

Negociación

Magyar Vagon lleva desde el pasado mes de diciembre en conversaciones confidenciales con el principal accionista de la compañía, Trilantic (con el 40% del capital), y con la propia Talgo, que dio su consentimiento para compartir información con el comprador. De hecho, ambas partes han pactado una cláusula que obligará a Talgo a pagar3 millones de euros a Magyar Vagon si la oferta es autorizada pero finalmente no prospera por la presentación de una oferta competidora, en concepto de compensación por los costes y gastos incurridos en la preparación de la OPA. No obstante, el consejo de administración de Talgo ya ha declarado que se trata de una OPA amistosa y que colaborará con los húngaros para su éxito, incluso para buscar financiación si alguna entidad resuelve sus créditos por el cambio de contra. Talgo considera que la oferta es "atractiva" para los accionistas y que tiene una opinión "preliminar" favorable a la misma. El principal accionista de la constructora ferroviaria, Trilantic, a través de Pegaso, ha expresado al consejo de Talgo su intención de aceptar la oferta.

No obstante, el fabricante español también ha sostenido hasta ahora que valoraría la OPA cuando conozca en detalle su folleto en base a"cuatro cuestiones básicas y esenciales" que giran en torno a la españolidad de la compañía: preservar el empleo y la capacidad industrial en España, mantener la sede y la dirección de Talgo en España, conservar la titularidad de Patentes Talgo sobre los derechos de propiedad intelectual y patentes y conseguir la mejor opción para todos los accionistas y otros grupos de interés.

Antes de presentar la OPA, Ganz-MaVag Europe negoció durante semanas con algunos bancos acreedores de Talgo que tienen suscritas cláusulas de cancelación de deuda en caso de cambio de propietario dado que la propia CNMV le había negado la dispensa que había solicitado para lanzar la operación sin tener que llegar a un acuerdo sobre este punto. En las cuentas de la compañía figuran 23 entidades con unos créditos de 329 millones de euros. Sin embargo, Ganz-MaVag Europe, liderada por los empresarios György Bacsa y András Tombor, ha convencido a la banca para seguir apostando por el proyecto de Talgo, incluso si esta cambia de manos.

Aunque parecía que el escollo de la deuda era el más arduo que el consorcio húngaro iba a afrontar para cerrar la operación, lo cierto es que el político va a ser, con mucha diferencia, el más importante. El ministro de Transporte y Movilidad Sostenible, Óscar Puente, llegó a asegurar semanas atrás que el Gobierno "hará todo lo posible" para rechazar la operación dado que sospecha que podría haber intereses rusos detrás, si bien su colega de gabinete y titular de Industria, Jordi Hereu, dijo posteriormente que el Ejecutivo "no está en eso" y sí en analizar la operación para no perder el control sobre una compañía que se considera estratégica.

Al Gobierno le preocupan las posibles conexiones de la firma húngara con Rusia

Las reticencias del Gobierno hacia la operación partirían del hecho de que Tombor es un empresario al que algunas fuentesvinculan con el gabinete de seguridad de Victor Orban entre los años 1998 y 2002. Orban, actual presidente húngaro, es un político al que se considera muy cercano a Putin.

Magyar Vagon, además, se creó en 2020 por Kristóf Szalay-Bobrovniczky, actual ministro húngaro de Defensa de Orban, y se ha consolidado en el sector ferroviario a través de privatizaciones en Hungría aprovechando su proximidad al Gobierno de Orbán.

Entre los atractivos que para esta compañía puede tener Talgo está Ucrania. Aunque el país se encuentra todavía enfrascado en una cruenta guerra con Rusia, los suculentos planes de reconstrucción que se anuncian cuando acabe el conflicto están llevando ya a muchas compañías a tomar posiciones. En el campo ferroviario, Talgo cuenta con una ventaja respecto a sus competidores y es que fabrica trenes con rodadura desplazable.El ancho de vía ucraniano no es similar al del resto de Europa. Por eso, esta tecnología de Talgo es una importante ventaja para conectar la red ferroviaria de Ucrania con la del resto de Europa occidental.