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Iberdrola invertirá 41.000 millones hasta 2026 y alcanzará un beneficio de 5.800 millones

Elevará su dividendo un 20% y repartirá 11.000 millones hasta 2026. Las redes acapararán el 60% de las inversiones (21.500 millones), las renovables se llevarán 15.500 millones y destinará 1.500 millones a almacenamiento

Economía.- Iberdrola prevé unas inversiones de 41.000 millones a 2026 para alcanzar un beneficio de hasta 5.800 millones
Economía.- Iberdrola prevé unas inversiones de 41.000 millones a 2026 para alcanzar un beneficio de hasta 5.800 millonesEuropa Press

Iberdrola, la mayor eléctrica de Europa y la segunda del mundo por capitalización bursátil, ha anunciado este jueves una inversión bruta de 41.000 millones de euros durante el periodo 2024-2026 para impulsar la electrificación de la economía, a la par que se ha comprometido a elevar su dividendo un 20% hasta 2026. Así lo recoge su nuevo plan estratégico a tres años presentado en Londres durante su Capital Markets Day. Su mayor apuesta en el desarrollo de redes y el crecimiento de las renovables le permitirá alcanzar un beneficio neto de entre 5.600-5.800 millones de euros al final del periodo, hasta 1.000 millones por encima de las ganancias obtenidas en 2023 (4.803 millones de euros).

De la cifra bruta de inversión, que incluye la compra del 18,4% de Avangrid por unos 2.280 millones de euros para hacerse así con el 100% de su filial estadounidense, los socios de la compañía en renovables -como el fondo soberano noruego Norges o Masdar- contribuirán con 5.000 millones de euros, llevando la inversión neta así de Iberdrola a los 36.000 millones de euros.

Foco inversor en redes

El 70% de la inversión irá a proyectos de crecimiento. Por mercados, el 85% de las inversiones tendrán por destino mercados con rating 'A'; siendo Estados Unidos el principal foco inversor para la energética, con el 35% -unos 14.350 millones de euros-; seguido del Reino Unido (24%) -unos 9.840 millones de euros-, Iberia -España y Portugal-, (15%), Latinoamérica (15%) y Alemania, Francia, Australia y otros países de la Unión Europea (11%).

El 60% de la inversión neta, unos 21.500 millones de euros, irán dedicados a redes eléctricas, principalmente a ampliar y reforzar las redes en EE UU, Reino Unido, Brasil y España, donde "para cumplir el Plan Nacional Integrado de Energía y Clima, la inversión en redes debe doblarse, hasta los 53.000 millones de aquí a 2030", ha advertido el consejero delegado de Iberdrola, Armando Martínez. El presidente del grupo, Ignacio Galán, aseguró que la compañía "tiene margen de maniobra" para poder "invertir más" en las redes eléctricas si, tal como espera, mejoran las condiciones retributivas en España a partir de 2026. También espera a cambios en el límite establecido para la inversión en redes en España, que se sitúa en el entorno del 0,7% del PIB. De hecho, Galán afirmó que Iberdrola ya invierte "el máximo permitido". "Estamos preparados para aportar más dinero", reiteró

Dentro de esta apuesta por las redes, más de 6.500 millones de euros tendrán por destino las redes de transporte, lo que permitirá a Iberdrola incrementar su base de activos hasta los 54.000 millones de euros para 2026, 12.000 millones de euros más que en 2023 y un 38% más que en 2022. Mientras, los activos en redes de transporte rebasarán los 15.000 millones de euros. La energética señala que el 80% del beneficio bruto de este negocio está protegido de la inflación y de los tipos de interés.

Galán destacó que esta nueva "hoja de ruta" de la eléctrica está basada en el "crecimiento orgánico focalizado en el desarrollo de las redes en mercados con alta calificación crediticia y en un selectivo crecimiento de las renovables, que permita la sustitución de los combustibles fósiles y el crecimiento del almacenamiento de la energía".

Así, subrayó que la electrificación "es imparable" y que las previsiones apuntan a que "esta tendencia aumentará exponencialmente en los próximos años como única alternativa para dar respuesta a los retos actuales de la industria energética". "Para ello harán falta más redes eléctricas para conectar la demanda, más energía limpia que sustituya los combustibles fósiles y más almacenamiento, que dé estabilidad al sistema y a los precios. Iberdrola ya está bien posicionada en estas áreas, y cuenta con experiencia y oportunidades para crecer orgánicamente en nuestros mercados clave", dijo.

15.500 millones a renovables e impulso al almacenamiento

La inversión en renovables será más contenida. Al negocio renovable la compañía tiene previsto destinar 15.500 millones de euros brutos -incluyendo los 5.000 millones de euros que la empresa pretende alcanzar con socios estratégicos en proyectos en curso- para "crecer de forma selectiva" en tecnologías flexibles y almacenamiento. De este montante, más de la mitad está focalizada en eólica marina en Estados Unidos, Reino Unido, Francia y Alemania; un 28%, en eólica terrestre y un 18%, en solar. Además, el 100% de la inversión se focaliza en proyectos ya en construcción. Iberdrola cerró 2023 con una capacidad renovable de 42.175 MW y aspira a elevarla a 51.000 MW a finales de 2026.

"El almacenamiento se convierte en una tecnología estratégica para estabilizar los precios en el mercado y evitar la volatilidad en los márgenes", explica la compañía. Por ello, pretende destinar 1.500 millones de euros, lo que le permitirá alcanzar los 120 millones de kWh de capacidad de almacenamiento a través del bombeo, lo que supone un incremento del 20%. Además, el grupo contará con una cartera de 150 millones de kWh.

En lo que se refiere al negocio de clientes, destinará 2.500 millones de euros, teniendo entre el 70% y el 80% de la energía vendida de clientes a largo plazo -principalmente PPAs y generación regulada-. Además, el 85% de las ventas con márgenes asegurados están cerradas a 2026, cuando se alcanzarán entre los 140.000 y los 150.000 gigavatios hora (GWh).

Beneficios sólidos y en ascenso

Este esfuerzo inversor permite al grupo aspirar a un resultado bruto de explotación (Ebitda) de entre los 16.500-17.000 millones de euros en 2026, con los negocios de redes y renovables aportando en torno al 50% cada uno. Iberdrola, asimismo, se ha marcado el objetivo de que el 70% de su Ebitda no esté vinculado al precio del mercado eléctrico mayorista en 2026. Además, la compañía calcula que el beneficio neto aumentará hasta una horquilla entre los 5.600 y los 5.800 millones de euros en 2026 e Iberdrola mejora su estimación para 2025, ya que prevé un beneficio neto en la parte alta del rango: 5.300-5.400 millones de euros.

11.000 millones en dividendos

Con estos resultados, Iberdrola prevé distribuir entre sus accionistas unos 11.000 millones de euros en dividendos en el periodo a través de una política de remuneración a sus accionistas por la que destinará entre el 65% y el 75% del 'pay out', en inglés-, lo que permitirá alcanzar un dividendo de entre 0,61 y 0,66 euros por acción en 2026. Además, el grupo fija un suelo del dividendo de 0,55 euros para este periodo, el mismo que en 2023. El nuevo objetivo de dividendo supone un incremento de hasta el 20% respecto al pago de 2023.

Reafirma sus perspectivas para 2023

Galán también ha reafirmado las perspectivas para 2030, impulsadas por la necesidad de acelerar la electrificación, con las metas de contar con unos activos de redes entre los 65.000 y los 70.000 millones de euros, de los cuales 30% serán en transporte y alcanzar los 100.000 GW de cartera renovables para desarrollo futuro.

A partir de 2027, la compañía ya contará con 3.000 nuevos megavatios (MW) de eólica marina operativos, alcanzando así los 5.000 MW marinos y prevé poner en marcha 6.000 MW eólicos y solares. Gracias al rol creciente del almacenamiento la compañía espera pasar de los 120 millones de kWh de capacidad operativa en 2026 a tener una cartera de 150 millones de kWh en 2030.

Las actividades de la compañía crearán 10.000 puestos de trabajo a nivel mundial en los próximos tres años, lo que permitirá aumentar a los 500.000 puestos en toda nuestra cadena de suministro.

Iberdrola respetará el calendario de cierre de las nucleares

El presidente de Iberdrola, Ignacio Sánchez Galán, ha dado por zanjado el debate sobre la posibilidad de alargar la vida útil del parque nuclear en España y ha considerado que ya existe un acuerdo en un protocolo para su cierre ordenado entre 2027 y 2035, suscrito entre el Gobierno y las empresas operadoras de las centrales, que le gustaría "respetar".

No obstante, a preguntas de los analistas con motivo de la celebración del Capital Markets Day de la compañía, Galán reconoció que técnicamente con alguna inversión se podría ampliar la vida de estas centrales, aunque ya se trataría de "una cuestión económica" y debería existir "una compensación adecuada". "Habría que aportar un 'capex' adicional y podríamos analizar el caso de su alargamiento. Pero bueno, vamos a respetar lo que hemos firmado", añadió al respecto. Eso sí, el presidente de Ibedrola estimó el cierre de las nucleares aumentará la volatilidad lo que hará que el almacenamiento por bombeo desempeñe "un papel más importante", una tecnología apuesta para la energética.