España
Impuestos para crecer
El sistema tributario tiene como función primera contribuir a que las arcas públicas dispongan de los fondos necesarios para afrontar las políticas, sobre todo sociales, de un país. Los ingresos tienen que ser suficientes para afrontar los gastos con unas cuentas tendiendo al equilibrio y, además, los impuestos deben ser un instrumento para la política económica y para los objetivos del país.
Hoy en España tenemos dos grandes objetivos: uno, el empleo, y otro, el mantenimiento del equilibrio medioambiental dando sostenibilidad a las políticas de crecimiento. Por tanto, los impuestos en España tienen que proteger fundamentalmente dos aspectos: uno, el trabajo, y otro, el medio ambiente.
Es muy importante construir un sistema tributario que no castigue el empleo, sino que lo fomente. En ese sentido, las medidas que el Gobierno está anunciando en torno al IRPF son positivas. No son no subirlo, sino tener una vocación de bajarlo en el futuro, para que la brecha entre salario bruto y salario real sea cada vez menor y se pueda primar la contratación.
En España, los que van a empezar a crear empleo son las pequeñas y medianas empresas y los autónomos. Por eso, junto a las medidas tributarias del IRPF también es muy bueno avanzar en medidas fiscales que permitan a los emprendedores invertir y poder desarrollar sus proyectos con una menor carga fiscal en el inicio.
Por otra parte, hay que gravar fundamentalmente hechos imponibles que permitan que el que contamine pague, además de trabajar para tener un sistema tributario con impuestos que protejan el medio ambiente y, en ese sentido, los anuncios del Gobierno también van en la buena dirección.
Toda la fiscalidad europea va también hacia una tributación verde, que es lo anunciado por el Gobierno ayer por la mañana. No se trata de que haya más carga impositiva ni para empresas ni para personas, sino de ir modificando unos hechos imponibles por otros.
Creo que el sistema tributario español, desde que ganó el PP, se va modificando poco a poco, y en la buena dirección. Hay que hacerlo sin que se produzca un deterioro de las cuentas públicas, porque eso llevaría a un efecto indeseado que es la subida de los tipos de interés y las dificultades de financiación para administraciones y empresas.
Vicente Martínez-Pujalte
Portavoz de Economía del Grupo Parlamentario Popular.
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