Motor

El incierto futuro de la industria de automoción europea obliga a Bruselas a retrasar el fin del motor de combustión

Revisará los objetivos de CO2 de los vehículos para 2035

Imagen de coches eléctricos recargando las baterias en un aparcamiento de Madrid. © Jesús G. Feria.
Imagen de coches eléctricos recargando las baterias en un aparcamiento de Madrid. © Jesús G. Feria.© Jesús G. FeriaLa Razón

La Comisión Europea ha abierto la puerta a retrasar la revisión de los estándares de CO2 que prohíben la venta de motores de combustión a partir de 2035, porque sigue esperando que los países de la Unión Europea le presenten sus planteamientos sobre la medida. El Ejecutivo comunitario planeaba presentar la revisión el miércoles de la semana que viene, después de que su presidenta, Ursula von der Leyen, la adelantara para finales de este año en medio de la presión de la industria, que no considera viable poner fin al motor de combustión en 2035, dada la escasa demanda de vehículos eléctricos.

En este contexto, el canciller alemán, Friedrich Merz, envió el pasado viernes una carta a Von der Leyen pidiéndole que en 2035 se sigan permitiendo los motores de combustión, además de los puramente eléctricos. "El viernes recibimos la contribución de Alemania y todavía estamos esperando algunas otras. Es un proceso en marcha y, tras todas las contribuciones se tomará una decisión sobre los próximos pasos. (...) Cuando haya una decisión, incluido sobre el calendario, los comunicaremos", dijo la portavoz de la Comisión Europea Anna-Kaisa Itkonen.

En los días previos a la cumbre que los líderes europeos celebraron en octubre en Bruselas, en la que discutieron sobre la estrategia de la UE en materia de competitividad y clima, Von der Leyen les envió una carta anunciando el adelanto de la revisión, prevista inicialmente para 2026. "Seguimos comprometidos con la neutralidad tecnológica y la eficiencia de costes", dijo la política alemana, precisando que a la hora de preparar la revisión Bruselas está evaluando el papel de los combustibles bajos en emisiones de carbono en la transición hacia el fin de las mismas más allá de 2030, como los electrocombustibles y los biocombustibles avanzados.

Von der Leyen indicó además que el diálogo puesto en marcha con los fabricantes de vehículos pesados también llevará a medidas concretas que les ayuden a lograr sus objetivos de reducción de emisiones. Empujada por países con potentes industrias automovilísticas, en particular Alemania e Italia, la UE ya decidió retrasar dos años, hasta 2027, los objetivos de reducción de emisiones para los coches que se habían fijado para 2025, evitando así multas millonarias a los fabricantes.

Esta misma semana, la Asociación Federal de la Industria Alemana (BDI) ha alertado de que el país centroeuropeo está atravesando su crisis más profunda desde la fundación de la República Federal y ha pronosticado una caída de la producción industrial del 2% para este año. "El emplazamiento económico se encuentra en caída libre, pero el Gobierno no está reaccionando con la determinación suficiente", ha criticado el presidente de la BDI, Peter Leibinger, en un comunicado, en el que ha advertido de que la industria germana se ve a finales de 2025 ante un "punto mínimo dramático".

De acuerdo a la BDI, la producción industrial bajará en 2025 por cuarto año consecutivo, en un 2%, frente al 0,5% pronosticado originalmente, lo que implica que no se trata de un "bache coyuntural", sino de una "contracción estructural". Desde el pico alcanzado en 2018, la producción industrial ha encadenado nueve trimestres seguidos de contracción y, tras la recuperación registrada a principios de 2025, en el tercer trimestre de este año se redujo de nuevo en un 0,9% con respecto a los tres meses anteriores y en un 1,2% en la comparativa interanual.