Indra sitúa al Ejército a la vanguardia de la simulación mundial

Un helicóptero Chinook del Ejército de Tierra español despega desde una base en el desierto. Transporta a un grupo de operaciones especiales que tiene como misión capturar a un líder insurgente que ha sido localizado en una ciudad próxima. Le escoltan dos helicópteros de ataque Tigre, que forman un anillo defensivo que protege a los soldados mientras se descuelgan sobre la parte alta de un edificio.

Se trata de una operación recreada en un entorno virtual en el Centro de Simulación de Helicópteros (CESIHEL) del Ejército.

Los pilotos de la base Coronel Maté de Colmenar Viejo (Madrid), en la que se encuentra el Cuartel General de las Fuerzas Aeromóviles del Ejército de Tierra (FAMET) y el Batallón de Helicópteros de Transporte (BHELTRA V), se entrenan a los mandos de dos simuladores del Chinook desarrollados por Indra.

Lo hacen de forma conjunta con sus compañeros de la base de Coronel Sánchez Bilbao de Almagro, en Ciudad Real. Allí, se localiza el Batallón de Helicópteros de Ataque (BHELA I) y los simuladores del helicóptero europeo de última generación Tigre.

Los 200 kilómetros que separan una base de la otra no suponen un inconveniente para que todos ellos puedan preparar operaciones sin tener que desplazarse.

Lo hacen gracias a la nueva capacidad de interconexión con la que Indra ha dotado al Centro de Simulación de Helicópteros, uno de los pilares de la Academia de Aviación del Ejército de Tierra (ACAVIET).

Esta misma semana, el Ejército ha querido anunciar en la Base de Almagro este importante logro que se acaba de alcanzar tras años de duro trabajo.

La mejora ha consolidado la posición del centro como uno de los más avanzados de Europa. Es el primero del continente y uno de los pocos del mundo que ha conectado sistemas de diferentes modelos de aeronave ubicados en distintas bases para que interactúen en un mismo entorno, generado por ordenador.

Historia de éxito

El próximo año se conectarán otros dos simuladores más, los del helicóptero de nueva generación NH90, que se instalarán en el Acuartelamiento Héroes de Revellín, en Agoncillo (La Rioja), sede del Batallón de Helicópteros de Maniobra del Ejército. En total, habrá diez simuladores de cinco modelos de aeronave conectados por toda la Península.

Para el Jefe del Mando de Apoyo Logístico del Ejército (MALE), el General Ramón Pardo Santayana, esta es «una historia de éxito que nos convierte en pioneros en Europa y nos sitúa en primera línea en todo el mundo. Nuestros pilotos pueden entrenar ahora deslocalizadamente, mientras trabajan en su base».

Por su parte, el General Jefe de las FAMET, el General de Brigada Juan Carlos González Díez, señaló que este avance mejora notablemente la «seguridad y planificación de las operaciones» y explicó que el siguiente paso será «integrar en un mismo modelo de simulación la aviación, artillería, los satélites» que intervienen en una zona de operaciones «cada vez más digitalizada».

En el evento también intervino el director de Defensa y Seguridad de Indra, Manuel Escalante, que afirmó que «el alma de nuestra tecnología la ponen clientes exigentes que demandan soluciones que están por delante de las del resto del mundo» y agradeció al Ejército «que haya hecho de Indra una empresa mejor».

Por su parte, el director de simulación de Indra, José Vicente Rolo, destacó el ahorro de coste que aportan estos medios: «La hora de entrenamiento en un simulador es diez veces inferior a la de la aeronave real» y aseguró que «la capacidad de entrenar misiones de forma conjunta multiplicará este ahorro».

El Coronel José Antonio Fuentes, director de la ACAVIET, destacó que la simulación es «una capacidad esencial para la preparación del Ejército de Tierra y las Fuerzas Armadas, que aporta un gran aumento de la operatividad y la eficacia».

Lo que es seguro es que la colaboración del Ejército y de Indra se ha saldado con un importante salto cualitativo. Si los pilotos se venían apoyando en la simulación para familiarizarse con los procedimientos de vuelo, ahora los utilizarán sobre todo para «preparar y planificar operaciones, mejorar la coordinación con sus compañeros, poner a prueba su capacidad para tomar decisiones y agilizar la comunicación y el intercambio de órdenes», explican desde Indra.

El nivel y calidad de las instalaciones CESIHEL permite por otra parte que la tecnológica esté comercializando el excedente de horas que el Ejército no utiliza. El centro no solo atrae a pilotos civiles, sino también a militares de algunos de los ejércitos más avanzados del mundo. Los ingresos ayudan a asegurar el mantenimiento y mejora de los sistemas.