"España es uno de los países más desiguales de Europa en términos de renta y presenta una tendencia creciente en las últimas décadas, ya que la concentración de la riqueza alcanza en la actualidad niveles que duplican a los de renta".

Esta es una de las principales conclusiones del estudio "La desigualdad de la riqueza por comunidades autónomas" elaborado por EsadeEcPol sobre una muestra de 2,9 millones de individuos en un millón de hogares con datos de la Agencia Tributaria, el INE) y el Instituto de Estudios Fiscales.

Con esta base, los analistas de Esade determinan que "la desigualdad en la distribución de la riqueza es mucho mayor que en la distribución de la renta", además de que la riqueza media neta estimada por hogar -una vez restadas las deudas- se mantuvo en términos reales en torno a 380.000 euros en 2022, con una una subida nominal de 45.000 euros desde 2016, "aunque este incremento se ha visto anulado por la inflación".

La mitad de esta riqueza corresponde a vivienda, en un 30% es vivienda habitual, casi un 9% segundas residencias, y la vivienda para inversión aumentó del 11,5% en 2016 hasta casi el 14% en 2022, siendo el componente de la riqueza con mayor crecimiento.

La otra mitad se distribuye entre: cuentas corrientes -más del 16% del total en 2022, con ligera tendencia creciente desde 2016-, activos del negocio de autónomos y acciones -un 11% cada uno, con alta estabilidad-, y planes de pensiones, seguros de vida y fondos -alrededor del 5% cada uno-.

El estudio señala que es la clase media la que más ha sufrido la reducción de su riqueza. En el último año de la serie estudiada (2022) se observa cómo respecto al año 2021 cayó en 0,3 puntos porcentuales el peso de la mitad de la población que menos tiene -hasta 6,7% del total-, disminuyó en 0,6 puntos la proporción en la clase media -hasta el 40%-, mientras que los más ricos aumentaron ligeramente su proporción de la riqueza total, en 0,6 puntos el top 1% y en 0,3 los demás miembros del top 10%. Estos cambios explican el repunte de la desigualdad que se observa en 2022.

Si se observa esta riqueza según su distribución, el informe apunta que el 1% con mayor nivel de riqueza acumula aproximadamente el 26% de la riqueza total, mientras que el top 10% acumula casi el 60%. Estas cifras se han mantenido estables entre 2016 y 2022 y están en línea con las observadas mediante otros métodos

comparables en otros países europeos. A grandes rasgos esta acumulación del top 10% coincide con las estimaciones del World Inequality Database (WID) para 2022

en Portugal y Francia (59-60%), siendo ligeramente menor en Alemania (58%), Italia y Reino Unido (56-57%). Por su parte, la mitad de la población que menos riqueza tiene tan sólo acumula un 7% del total.

La composición también varía notablemente según el nivel de riqueza. Así, para el 20% con menor nivel de riqueza, el activo más relevante son las cuentas corrientes (63% de su cartera), mientras que los inmuebles solo representan un 20%. La importancia del componente inmobiliario aumenta hasta el 70% para quienes están en la mitad de la distribución, y va disminuyendo a favor de otros activos en los segmentos superiores. En el top 1%, la composición se invierte y tienen más peso los activos de negocio, acciones y fondos de inversión, que representan el 60%, mientras que el patrimonio inmobiliario solo constituye el 25% de su riqueza.

Madrid es la comunidad autónoma con los niveles más altos de riqueza media (687.000 euros por hogar en 2022), aproximadamente un 80% superior a la del conjunto nacional y casi el doble de la media nacional. Le siguen, aunque muy de lejos, Baleares (477.000 euros) y Cataluña (434.000 euros). Ligeramente por encima de la media nacional (383.000 euros) están Cantabria, Aragón y la Rioja (en torno a los 400.000). En la parte baja se encuentran Canarias y Andalucía, con niveles en torno a los 250.000 euros por hogar en media, y Extremadura, con la riqueza media más baja (229.000 euros). El resto de las comunidades están entre los 285.000 y los 345.000 euros.

Sin embargo, en términos de desigualdad de la riqueza, el informe descubre que las diferencias entre las más y menos ricas desaparece, ya que junto Baleares, Madrid y Cataluña se cuela Canarias entre las comunidades con mayor nivel de desigualdad de la riqueza, con unos índices de Gini -medida estadística que cuantifica la desigualdad en la distribución de la riqueza- que se encuentran entre 75,2 y 72,7 en 2022, por encima del 71,3 nacional. Por su parte, entre las que menos desigualdad tienen -índice de Gini entre 62,4 y 63,8- están Castilla-La Macha, Castilla y León, y Extremadura. Les sigue Asturias, Cantabria, Aragón, Andalucía, Murcia y la Rioja, con valores entre 64,9 y el 68,2. Finalmente, Comunidad Valenciana y Galicia tienen un índice de 69,8, muy próximas al valor del conjunto nacional

"Si nos fijamos solamente en el top 1%, Madrid tiene casi un 35% del total de riqueza, muy por delante de las siguientes (Galicia: 29%; Baleares y Cataluña: 28%). Todas están por encima de la media nacional (26%)", señala el informe.

Aunque a grandes rasgos la composición de activos por grupos de riqueza no es muy diferente entre comunidades, existen algunas diferencias. El 20% con menor riqueza tiene una proporción mayor de primera vivienda en comunidades menos desiguales (La Rioja, Castilla y León, Cantabria), mientras que en las más desiguales (Canarias, Baleares, Cataluña, Madrid) dicho grupo tiene sobre todo cuentas corrientes. En las comunidades con mayor concentración de la riqueza (Madrid, Baleares, Cataluña Galicia) "se observa una mayor proporción de riqueza en valores cotizados, como acciones y fondos de inversión".

En términos globales, la riqueza media neta por hogar en España a precios corrientes -ajustada por la inflación utilizando el deflactor del PIB- se mantuvo en torno a los 380.000 euros por hogar, "con una ligera variación en forma de U-invertida a lo largo del período analizado (2016-2022)", con un freno en el ligero crecimiento continuado de la riqueza real media en 2020 debido a la crisis pandémica. Asimismo, los niveles de inflación afectados por la crisis de suministro y energía tras el inicio del conflicto en Ucrania mermaron el valor real de la riqueza en 2022.