
Macroeconomía
La inteligencia artificial podría aumentar el PIB mundial un 15% en diez años
Según un informe de PwC, el crecimiento hasta 2035 sería comparable al de la revolución industrial del siglo XIX

La adopción responsable de la inteligencia artificial (IA) podría impulsar el producto interior bruto (PIB) mundial hasta un 15% para 2035, un crecimiento comparable al que supuso la revolución industrial en el siglo XIX. Pero este crecimiento no está garantizado, ya que depende de la confianza de la sociedad, de la gobernanza de las empresas, que debe ser "clara", y de la colaboración entre los diferentes sectores. Así lo constata un un informe publicado por la consultora PwC, basado en modelos económicos y escenarios futuros, indica que en contextos de menor cooperación o confianza, el impacto de la IA se reduciría al 8%, o incluso al 1% en escenarios más pesimistas.
Además, PwC alerta sobre el impacto de la IA en el cambio climático, ya que estima que las amenazas físicas y los sobrecostes derivados de las amenazas climáticas podrían reducir la economía global en casi un 7% para 2035 y añade que se espera que la adopción de la inteligencia artificial conduzca a un mayor consumo de energía por parte de los centros de datos. Sin embargo, el impacto de las emisiones derivadas de esta tecnología sería neutro si de cada punto porcentual de crecimiento generado por el uso de la IA se dedicara tan solo un 0,1% a reducir la intensidad energética. De esta forma, "las empresas pueden dar un salto diferencial en su crecimiento si se centran en cómo cambian las necesidades de los clientes y utilizan la tecnología para transformar radicalmente la forma en la que operan", consideró el presidente global de PwC, Mohamed Kande
El informe advierte de que los beneficios de la IA en términos de crecimiento global no están garantizados, y dependerán no sólo de su éxito técnico, sino también de que su despliegue "se haga de manera responsable, con una gobernanza clara, y con la confianza de los consumidores". En caso de que ese nivel de confianza y cooperación fuera menor, el impulso incremental de la IA a la economía mundial sería más moderado, del 8%, o incluso solo del 1% en un escenario pesimista.
Por otro lado, el informe asegura que nos encontramos en un proceso rápido de reconfiguración de la economía e indica que la presión para que las empresas se reinventen se encuentra en uno de los niveles más altos de los últimos 25 años, en 17 de los 22 sectores globales analizados. Además, señala que, como consecuencia de esta transformación, sólo en 2025, podría haber 7,1 billones de dólares en ingresos que cambien de manos y se trasladen de unas empresas a otras 2025, sin tener en cuenta el reciente aumento global de los aranceles.
El estudio de PwC también sugiere que, durante la próxima década, los sectores se reconfigurarán para satisfacer de nuevas formas las necesidades de las personas, lo que llevará a la creación de nuevos espacios o dominios, que van a desdibujar las diferencias tradicionales entre los sectores. Un ejemplo es el auge de los vehículos eléctricos, que está llevando a los proveedores de energía, a los fabricantes de baterías, a las empresas tecnológicas y a otras muchas, al ámbito de la movilidad, lo que les está permitiendo crear valor, junto con los fabricantes de automóviles.
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