Pensiones

La jubilación demorada y el sistema de autonómos saldrán caros a largo plazo

El ahorro neto generado por estas medidas alcanzaría un punto de PIB a comienzos de 2030, pero sería negativo a partir de 2050, según Fedea

La reforma de Escrivá ha sido criticada por numerosas instituciones como el Banco de España
La reforma de Escrivá ha sido criticada por numerosas instituciones como el Banco de EspañaEloy AlonsoAgencia EFE

Pan para hoy y hambre para mañana. A la reforma de las pensiones aprobada por el ministro de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, José Luis Escrivá, y que tiene los días contados si hay vuelco electoral, le salen más agujeros que a un colador. El último es el impacto en el sistema previsto por el Gobierno derivado de la puesta en marcha de los incentivos a la jubilación demorada y la reforma del sistema de autónomos. Ambos mecanismos supondrán un un ahorro neto de 1 punto de PIB a comienzos de la próxima década para reducirse y pasar a ser negativo a partir de 2050, según un informe de la Fundación de Estudios de Economía Aplicada (Fedea).

De hecho, si funcionan como se espera, ambas medidas podrían suponer "un alivio apreciable para las cuentas del sistema público de pensiones a corto y medio plazo, pero no a largo" con un ahorro neto generado en promedio durante el periodo 2022-50 de medio punto de PIB, según ha indicado el director adjunto de Fedea, Ángel de la Fuente.

Este desajuste es crucial porque Escrivá se apoya en sus proyecciones sobre el éxito de estas medidas para concluir que el impacto neto del conjunto de la reforma sobre las cuentas del sistema de pensiones será manejable y no pondrá en riesgo su sostenibilidad. Las últimas previsiones de Escrivá hablan de un ahorro de 1,5 puntos en 2047.

"Si la reforma del RETA y los incentivos a la jubilación demorada funcionan tan bien como se expone, lo que ciertamente no está asegurado, su rápido despliegue durante los próximos diez años se traduciría en apreciables incrementos de ingresos y reducciones de gasto que llegarían a tener un impacto neto positivo de algo más de un punto de PIB en 2032 y 2033. A partir de ese momento, los ingresos se estabilizarían y los gastos comenzarían a crecer rápidamente hasta igualarse a los ingresos en torno a 2050. De ahí en adelante, el efecto neto de estos componentes de la reforma sería negativo", apunta Fedea.

Y eso que ese desajuste de 1,5 puntos de PIB a mediados de siglo sobre el impacto de ambas medidas se fundamenta en "hipótesis optimistas, aunque no tanto como las del Ministerio", apunta De la Fuente.

Sobre el ahorro generado por la jubilación demorada ésta alcanzaría el 100% en un plazo de 10 años con una demora media de un año, frente al 60% con una demora media de tres años proyectada por el Ministerio. En cuanto a los efectos de la reforma del RETA, Fedea coincide con Escrivá en que la cotización media de los trabajadores autónomos se equiparará gradualmente a la del Régimen General en un plazo de 10 años. Para la Fundación, esto "podría ser difícil de conseguir dada la previsible resistencia de este colectivo a lo que supondría una fuerte subida de sus cotizaciones".

Fedea incide "en las deficiencias de la documentación técnica que acompaña, o debería haber acompañado, a las normas mediante las que se ha implementado la reforma del sistema de pensiones".

Y, ante esta situación, propone que una de las tareas de la Agencia prevista en la nueva ley de evaluación de políticas públicas "sea la de filtrar las memorias de las normas con mayor impacto presupuestario para asegurarse de que cumplen unos estándares mínimos de claridad y competencia técnica"