Estados Unidos

KiKiApp: «Nos llaman el Airbnb de las citas»

El CEO de KiKiApp, Chris Urbina
El CEO de KiKiApp, Chris Urbinalarazon

«Somos la primera aplicación que paga al usuario por divertirse», asegura Chris Urbina, CEO de KiKiApp. Sí, como lo leen. El cliente sólo tiene que elegir con quién quiere quedar y qué plan le apetece hacer: ir a tomar un café, salir de copas, ver una película en el cine, viajar, etc.

Uno paga y el otro cobra. Es decir, mediante geolocalización, esta aplicación sirve para organizar citas entre un usuario que busca compañía y otro dispuesto a ofrecer su tiempo a cambio de una contraprestación económica. Frente a las aplicaciones de citas tradicionales, en las que los usuarios pierden el tiempo y el dinero tratando de quedar con personas y pagando suscripciones que en la mayoría de los casos no sirven para nada, el modelo de negocio de KiKiApp resulta bastante parecido al de Airbnb. De hecho, su CEO destaca que les llaman así. Urbina explica que para garantizar esa cita, el usuario debe abonar una pequeña tarifa que varía dependiendo del plan. De esta manera, para quedar a tomar un café, por ejemplo, habría que pagar cinco euros. Para ir al cine, 10 euros. Y para hacer un viaje, 100 euros. No son citas exclusivamente para buscar pareja. Ni para hacer amigos. En realidad, el objetivo pasa por conectar personas con los mismos gustos, que tengan tiempo libre y se muestren dispuestas a compartirlo con otros. «No importa el género, ni la edad –desde los 18 años en adelante–. Tampoco si son amigos o futuras parejas...». Urbina apunta que KiKiApp pretende ayudar a sociabilizar a personas que llegan nuevas a una ciudad y no conocen a mucha gente, o que tienen trabajos con horarios incompatibles con los de sus amigos, o que simplemente quieren vivir una experiencia diferente y conocer a gente mientras hacen un plan a su medida.

Transparencia

La CEO reconoce que la compañía ya está dando qué hablar, porque se trata de un concepto novedoso que puede chocar a algunas personas que no hayan profundizado o ni siquiera hayan visto cómo funciona la aplicación. «Somos muy transparentes. Por si a alguien se le pasa por la cabeza, está totalmente prohibida la prostitución en nuestra plataforma. Si existiese cualquier indicio se expulsaría a la persona y se denunciaría», recalca.

El modelo de negocio de KikiApp, al igual que el de grandes y exitosas compañías como Netflix, esté basado en el pago por uso, podría generar cierta polémica. Sin embargo, a sus fundadores no les preocupa, ya que aspiran a que los usuarios tengan la oportunidad de divertirse a través de unas experiencias predeterminadas y a cambio recibir una pequeña compensación económica. «No hay nada malo en ello. Vivimos en una sociedad hiperconectada a nivel “online”, pero preocupantemente cada vez más desconectada en la vida real. Queremos llevar la gente al “offline” y comprobar que la tecnología es capaz de acercar a las personas mediante el móvil y crear una relación fuera de él», puntualizan.

Pasado y futuro

Los fundadores de KikiApp decidieron poner en marcha la compañía después de escuchar múltiples quejas de sus amigos relacionadas con que las aplicaciones tradicionales para conocer gente no solían funcionar, ni siquiera pagando suscripciones. Entonces optaron por hacer algo diferente para filtrar a los usuarios, que no se hiciera «spam» a otros y evitar que tanto las chicas como los chicos perdieran el tiempo y desinstalaran la aplicación. El equipo de KikiApp lo componen actualmente 10 personas entre España y Estados Unidos. No obstante, revelan que han testado la aplicación con hombres y mujeres de más de 40 nacionalidades y que tienen un importante plan de expansión para estar en varios países en poco tiempo y alcanzar el millón de usuarios antes de final de año. Esta «start-up» española ha sido recientemente aceptada en el Stanford Venture Program en Estados Unidos y ya planea el lanzamiento de la app al otro lado del Atlántico.