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La bolsa americana «golea» a la europea

Mientras que los principales índices del Viejo Continente, a excepción del CAC 40, se deprecian, los de EE UU suben con fuerza

La bolsa americana «golea» a la europea
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La bolsa americana y la europea, dos semblantes de una misma moneda. Y es que mientras al mercado estadounidense le ha caído de cara al de Viejo Continente le está tocando la cruz. No hay más que ver el comportamiento de sus principales índices. Plazas como la española o la alemana se dejan un 8,2% y un 2,7% , respectivamente en un año, y el EuroStoxx 50, que reúne a las 50 principales compañías por capitalización bursátil, ha perdido en los últimos doce meses un 4,4%, y un 3,8% en lo que va de año. Una tónica que siguen la mayoría de los índices de referencia europeos. Sólo el CAC 40, con una revalorización del 2,9% y el portugués, el PSI 20, que prácticamente está en tablas, se salvan de esta «quema».

Por el contrario, si cruzamos el charco y nos trasladamos al otro lado del Atlántico la situación es completamente contraria. El Dow Jones gana desde mediados de septiembre del año pasado un 18%, mientras que el tecnológico Nasdaq se ha apreciado más de un 30%. Por su parte, el S&P 500, considerado por los expertos como el índice más representativo de la bolsa americana, ya que reúne a las 500 principales compañías del mercado neoyorquino, ha avanzado un 16%. Pero, ¿a qué se debe esta disparidad en la evolución de uno y otro mercado?

Estados Unidos

Pese a la incertidumbre que generó el nuevo inquilino de La Casa Blanca, lo cierto es que la política de estímulos llevada a cabo por Donald Trump, materializada en la aprobación de la mayor bajada de impuestos en 30 años, ha sentado bien a la economía estadounidense. Y es que, pese a las subidas de tipos de interés llevada a cabo por la Reserva Federal, ni el mercado americano ni su economía dan síntomas de fatiga. Más bien, todo lo contrario. Y que no hay más que ver sus principales indicadores. Su producto Interior Bruto (PIB) avanzó a un ritmo del 4,1% en el segundo trimestre del año. Su tasa de paro se ha instalado cómodamente por debajo de la barrera del 4%, y, según previsiones de la FED, se espera que ésta se sitúe en el 3,6% cuando concluya el año, su nivel más bajo en casi dos décadas. Todos sus índices de confianza se encuentran en máximos, con un aumento del consumo y de la inversión empresarial. Por su parte, el BPA (Beneficio por acción) de las cotizadas ha crecido por encima del 25%. «Actualmente, hay mucho dinero en la economía estadounidense. Los americanos quieren sacar rentabilidad a su dinero y, qué mejor que la bolsa para hacerlo. Y es que, pese a las altas cotizaciones que alcanzan algunos valores, lo cierto es que continúan subiendo. Estamos asistiendo a muchas operaciones de autocartera. Se están comprando acciones para hacer subir todavía más su valor. Pese al riesgo de burbuja, lo cierto es que, de momento, no vemos movimientos laterales que anticipen el fin de este ciclo alcista», explica Francisco Javier Arco, analista de XTB.

Europa

Por su parte, en Europa, pese a que el crecimiento es sostenido (2,2% en el segundo trimestre), y que el Banco Central Europea (BCE) ha mantenido la política de estímulos, lo cierto es que la bolsa no ha respondido de la misma forma que sus colegas estadounidenses. En Europa, no existe una cohesión política, como ocurre en Estados Unidos. Tampoco se ha beneficiado de una rebaja fiscal de la envergadura de la americana. Pero, quizá, tal y como apuntan los expertos, la mayor apertura de las economías del Viejo Continente es una de las claves que explican las bajadas. «Las economías europeas están mucho más expuestas a la crisis periféricas debido a las actividades de las empresas que componen sus índices», explica Arco. En este sentido, la crisis de divisas, como la protagonizada por la lira turca o el peso argentino, ha pasado factura y ha arrastrado a referencias como el Ibex, debido a sus excesiva exposición al sector bancario. A ello, se une los intereses que también tienen las empresas no financieras en esa región del mundo. Las amenazas proteccionistas de Trump, y la guerra comercial que ha abierto con China tampoco favorecen a las grandes empresas con vocación exportadora, y que se refleja en un índice como el Dax alemán. El parqué del motor de la economía europea se deja casi un 6% en lo que va de año. No obstante, no todo son malas noticias. Arco ve en estos retrocesos una oportunidad. «En estos momentos, las bolsas del Viejo Continente están de rebajas, por lo que es un buen momento para que los inversores tomen posiciones», concluye.