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Energía eléctrica

La descarbonización recorta el beneficio de Endesa

La energética logra un beneficio neto de 176 millones y recorta un 85% su ganancia a septiembre tras el deterioro de 1.398 millones por activos de carbón. Este deterioro no tendrá impacto en el dividendo y reafirma la consecución de sus objetivos para 2019

El consejero delegado de Endesa, José Bogas
El consejero delegado de Endesa, José Bogaslarazon

La energética logra un beneficio neto de 176 millones y recorta un 85% su ganancia a septiembre tras el deterioro de 1.398 millones por activos de carbón. Este deterioro no tendrá impacto en el dividendo y reafirma la consecución de sus objetivos para 2019

La descarbonización de su producción energética, la sequía -que ha provocado menor capacidad de generación hidráulica- y la subida del precio de los derechos de CO2 han lastrado competitividad a las centrales de carbón y ha desencadenado el cierre progresivo de la actividad. Por ello, Endesa anunció un cambio en su política con esta fuente de energía y ha sido ahora cuando ese impacto se ha reflejado directamente en un deterioro contable por valor de 1.398 millones de euros. Así, la compañía energética logró un beneficio neto de 176 millones de euros entre enero y septiembre, un 85% menos que un año antes, por el impacto de las centrales de carbón, para las que ha provisionado 1.052 millones para su cierre. Sin contar con ello, el beneficio neto ordinario mejoró un 3%, hasta alcanzar 1.228 millones, gracias, sobre todo, al buen comportamiento del mercado liberalizado. La caída de la demanda energética del 2% por las altas temperaturas y la ralentización económica disminuyeron los ingresos un 4%, hasta 14.805 millones.

En el documento de presentación de cuentas del tercer trimestre, Endesa señala que este deterioro contable no tiene impacto en su beneficio neto ordinario ni en la retribución de dividendos a los accionistas, por lo que mantiene su objetivo de que “el reparto con cargo a esos ejercicios será igual al 100% del beneficio ordinario neto atribuido en las cuentas anuales consolidadas del grupo”. Por ello, este deterioro por el valor de los activos de carbón no tendrá impacto en el dividendo con cargo a los resultados de 2019.

Las inversiones brutas se situaron en 1.502 millones de euros, con un crecimiento del 73%, debido principalmente al esfuerzo que está realizando la compañía para el desarrollo de nueva potencia eólica y fotovoltaica, así como en materia de transformación digital. La producción peninsular bajó el 18,2% como consecuencia de los descensos en las producciones hidráulica (43,2%) y con carbón (65,5%). Pese a ello, la compañía ha alcanzado unas cuotas de mercado del 18,8% en generación peninsular, del 44,4% en distribución y del 32,8% en ventas de electricidad a clientes del mercado liberalizado.

El impacto de la entrada en vigor de la normativa contable NIIF 16, que ha supuesto registrar un incremento de 271 millones de euros en la deuda neta a 31 de diciembre de 2018; las inversiones realizadas para el desarrollo de nuevos parques de generación renovable, y el pago del dividendo con cargo a los resultados de 2018, por importe de 1.511 millones de euros han provocado que la deuda financiera neta aumente en 1.455 millones de euros con respecto a la registrada el 31 de diciembre de 2018.

Para Endesa, los resultados de los nueve primeros meses del año "han seguido la buena línea marcada por los presentados hasta junio, lo que permite anticipar la consecución de los objetivos para el ejercicio 2019 comunicados en el marco de su Plan Estratégico", según explica el comunicado. "Las inversiones en energías renovables y en digitalización que la empresa está afrontando son elemento clave para continuar ofreciendo buenos resultados en un mercado cada vez más complejo", ha destacado su consejero delegado, José Bogas, que ha apuntado que están en la senda de liderar la transición energética en España.