Crisis en Paradores

Los directivos de Paradores con el PSOE disfrutaban de un velero y dos casas

Contaban también con seis coches oficiales y 12 tarjetas de crédito

La Razón
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Mal, lo que se dice mal, no andaban de medios los gestores socialistas de Paradores. Otra cosa es que fueran de dudosa utilidad para gestionar la cadena. Según desveló ayer en el Congreso el ministro de Industria, José Manuel Soria, el equipo directivo de la cadena durante la época de Gobierno del PSOE tenía a su dispoción un velero, seis coches oficiales de alga gama, dos viviendas y una docena de tarjetas de crédito. Soria respondió así a las críticas que en la Comisión de Industria hicieron los diputados socialistas a los recortes de plantilla planteados en la cadena y a su actual directiva, de la que el diputado socialista Sebastián Franquíz dijo que su único mérito es estar cerca del Partido Popular. Los méritos de la actual directora general, «una persona que trabajaba en la cadena como directora de un parador»; del director financiero, «técnico financiero y comercial del Estado»; y de la presidenta, que cuenta con «diez años de experiencia y ejercicio en el sector turístico en la Comunidad de Madrid», están ahí, subrayó el titular de Industria.

Posible querella

El ex presidente de Paradores Miguel Martínez negó los supuestos privilegios que Soria atribuyó a la anterior dirección y anunció una posible querella contra el titular de Industria.

Ante las críticas al plan propuesto por la compañía, que contempla 27 cierres temporales, realizadas por los portavoces de Izquierda Plural y del PSOE en la Comisión, el ministro defendió que los criterios para proceder a los cierres temporales proceden «fundamentalmente» en alcanzar la rentabilidad.

En esta línea, recordó que en 2004 la compañía presentaba 20 millones de euros de beneficios, mientras que en la actualidad tiene unas pérdidas de 35 millones tras «una gestión que no ha sido acertada» y «una política de inversión muy desacertada». Por ello, dudó de que los españoles quieran que «de sus impuestos salgan cada año 35 millones de euros para pérdidas», y defendió que lo conveniente es consolidar «una extraordinaria red que forma parte de la marca España».