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La reforma fiscal servirá de base para la financiación autonómica

De izquierda a derecha, Rafael Ortiz, Pablo Hernández, Fernando Fernández, Pedro Manuel Herrera, Cristóbal Montoro, Francisco Castellano, Sixto Álvarez, Manuel Lagares y Miguel Ferre, ayer, tras la primera reunión del grupo de trabajo para la reforma fiscal del Gobierno
De izquierda a derecha, Rafael Ortiz, Pablo Hernández, Fernando Fernández, Pedro Manuel Herrera, Cristóbal Montoro, Francisco Castellano, Sixto Álvarez, Manuel Lagares y Miguel Ferre, ayer, tras la primera reunión del grupo de trabajo para la reforma fiscal del Gobiernolarazon

La reforma fiscal del Gobierno, que se aplicará previsiblemente en 2015, será la base sobre la que pivotará la nueva financiación autonómica y local, de forma que ambos cambios normativos entren en vigor a la vez. Ése es el deseo del ministro de Hacienda y Administraciones Públicas, Cristóbal Montoro, anunciado ayer tras la reunión del grupo de ocho expertos (liderado por Manuel Lagares) que asesorará al Gobierno en materia tributaria. «Afectará a todos los impuestos», adelantó, además, el ministro volvió a insistir en que la recaudación de impuestos en nuestro país es «muy baja» frente a otras economías de nuestro entorno.

Montoro también señaló que la reforma fiscal responderá a los criterios de «suficiencia» (elevar los ingresos), «eficiencia» (buen funcionamiento del sistema) y «equidad» (contribuir al desarrollo económico). La nueva normativa tributaria deberá «encajar» en el proyecto europeo, señaló también el ministro.

Contra reloj

La reforma de la actual financiación autonómica y local, que no convence a ninguna de las comunidades autónomas, se acometerá «de inmediato» tras recibir el informe de los expertos en materia fiscal, por lo que no se empezará a discutir antes del 28 de febrero de 2015, fecha límite para la elaboración del documento del grupo de trabajo.

El presidente del comité de expertos, Manuel Lagares, señaló, por su parte, que el plazo del que dispone el grupo de trabajo es «corto», y apeló a la «providencia» para que le ayude a presentar un informe que permita que España se adapte mejor a la sitación de crisis y a la globalización.

Lagares, que fue el «padre» de las reformas fiscales de José María Aznar y al que Montoro calificó ayer como «discípulo de Fernández Quintana», adelantó que la propuesta de reforma fiscal irá encaminada al crecimiento y al empleo, los dos lastres de la economía española.