Unión Europea

La UE confirma el buen estado de la salud de la economía española

El presidente del Banco Central Europeo (BCE), Mario Draghi, en la comisión de Asuntos Económicos del Parlamento Europeo
El presidente del Banco Central Europeo (BCE), Mario Draghi, en la comisión de Asuntos Económicos del Parlamento Europeolarazon

La Comisión Europea confirmaba ayer que España se está beneficiando de las reformas estructurales que se llevan implementando desde el año 2012, con un crecimiento fuerte y a un ritmo más rápido que la media de la zona euro. Son los datos que se extraen de un informe elaborado por técnicos de la Comisión Europea y el Banco Central Europeo, después de su visita a España entre el 12 y el 18 de marzo, en la que también participaron expertos del Mecanismo Europeo de Estabilidad (MEDE).

El informe también reconoce que las reformas «han contribuido a la mejora de la perspectiva en el mercado laboral, a una expansión de las condiciones financieras y a un aumento de la confianza». Al positivismo contribuyen también el bajo precio del petróleo, un tipo de cambio favorable, así como una política fiscal menos restrictiva.

«En general, España se está beneficiando de las reformas estructurales, la consolidación fiscal y la recapitalización de los bancos, que se refleja cada vez más en la estabilización del sector financiero, una fuerte recuperación económica y la baja prima de riesgo», señalan las conclusiones del informe.

Sin embargo, desde Europa se siguen pidiendo avances. «No obstante, sigue habiendo importantes desequilibrios. La aplicación plena y efectiva del programa de reformas y su fortalecimiento son fundamentales para sostener la recuperación, además de reequilibrar la economía y mantener baja la prima de riesgo en el futuro», añade.

Los inspectores europeos, que visitan nuestro país después del rescate a los bancos por el que los socios europeos prestaron a España 41.300 millones, invitan al Gobierno de Mariano Rajoy a continuar implementando reformas para combatir dos problemas que aún persisten. Por un lado, el alto nivel de desempleo, cuya tasa entre los jóvenes sigue preocupando, y por otro lado, el elevado nivel de deuda. «La creación de empleo se ha acelerado, pero el desempleo, en particular el juvenil y de larga duración, sigue siendo muy elevado, al igual que la segmentación del mercado laboral. La deuda pública sigue aumentando y para que vuelva a situarse en el valor de referencia del 60% requerirá un esfuerzo fiscal continuo a largo plazo», explican los técnicos.

Mercado laboral

En cuanto a la ley del mercado del empleo se requieren medidas adicionales para combatir su segmentación. En este sentido, los expertos del departamento de Asuntos Económicos de la Comisión lamentan los retrasos producidos en su aplicación y los riesgos que se derivan de que tenga que existir una actuación conjunta entre el Gobierno central y los autonómicos.

A este respecto, el anterior informe de los técnicos señalaba además que la reforma laboral en España estaba penalizada «desproporcionadamente» a los trabajadores temporales, que están expuestos a un alto riesgo de despido además de estar sujetos a un ajuste salarial más severo. «Además, hay algunas reformas clave pendientes, como la reforma de los servicios profesionales y las asociaciones profesionales, que, de adoptarse, iría en beneficio de toda la economía», añade el informe presentado ayer.

Respecto al sector bancario, los inspectores europeos reconocen que la solvencia, la liquidez y la vuelta a la rentabilidad en la industria bancaria están llevando a una estabilización del sector, en parte por el menor coste de financiación de los bancos y una reducción de la morosidad. Sin embargo, la estabilización se está produciendo de una forma desigual. «Los volúmenes de crédito en las principales áreas de negocio todavía se reducen, ya que la demanda de nuevos préstamos se recupera de niveles bajos», apunta el informe.

La reestructuración de los bancos españoles «está progresando bien». El acceso al crédito, «en particular para los hogares y las empresas más saludables (incluidas las pymes) con perspectivas de crecimiento positivas, ha mejorado significativamente».

«Los objetivos de los planes de reestructuración se están cumpliendo y la venta de participaciones públicas en los bancos al sector privado ha realizado buenos progresos», apunta el informe. Sobre otras reformas estructurales, el informe destaca la puesta en marcha de la reforma de la Administración pública y la reforma de la Educación y la formación.