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La venta del gas deja a Repsol una plusvalía de 2.100 millones de euros

La Razón
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A la espera de cerrar con Argentina el acuerdo de compensación por la expropiación de YPF, Repsol alcanzó ayer los objetivos que se marcó en el Plan Estratégico 2012-2016 que elaboró para reforzar su posición financiera tras el golpe que le supuso la polémica maniobra del Gobierno de Cristina Fernández Kirchner. La petrolera ha completado la venta de sus activos de gas natural licuado (GNL), operación acordada el pasado mes de febrero y por la que ha ingresado 3.116 millones de euros. La transacción le ha dejado unas plusvalías en caja después de impuestos de 2.100 millones de euros, según comunicó ayer a la CNMV.

Tras la expropiación de YPF, las agencias de rating amenazaron con rebajar la calificación de Repsol, lo que llevó a la petrolera a elaborar un plan de desinversiones con el que reforzar su balance para evitar la devaluación. Con la venta de los activos de GNL, la compañía ha ingresado más de 5.000 millones de euros en ventas, por encima de los entre 4.000 y 4.500 millones que se marcaba como objetivo en el citado plan, y reduce su deuda en cerca de 2.500 millones, con lo que, según la compañía, «fortalece significativamente su balance» y da por concluida la estrategia para evitar rebajas en su «rating».

Repsol se ha desprendido de sus activos de GNL en dos fases. En octubre vendió a BP su participación en Bahía Bizkaia Electricidad (BBE), que ejerció una opción de compra preferente sobre el activo. Ayer, completó la transmisión a Shell de activos en Perú y Trinidad y Tobago. En concreto, las participaciones minoritarias en Atlantic LNG (Trinidad y Tobago) y Perú LNG, junto con los contratos de comercialización de GNL y de fletamento de los buques metaneros, con sus créditos y deuda vinculados.

La venta del negocio de GNL no significa necesariamente que Repsol vaya ahora a acometer la venta de la participación del 30% que tiene en Gas Natural. Meses atrás, la petrolea admitió la posibilidad de deshacerse de estas acciones una vez acordada la venta del negocio del gas. Sin embargo, fuentes de la compañía explicaron que ambas operaciones no están ligadas y que una vez completado el traspaso de los activos de gas natural a Shell y BP y apuntalada la situación financiera, Repsol no tiene prisa por vender una participación que, en otras circunstancias, hubiera tenido que traspasar para hacer caja. El pasado mes de noviembre, durante la conferencia con analistas para presentarles los resultados de los nueve primeros meses del año, el director financiero de Repsol, Miguel Martínez, ya afirmó que no tienen prisa por deshacerse de su paquete en Gas Natural y que sólo lo traspasarán si encuentran una alternativa de inversión que encaje mejor con su negocio.