Economía

Las empresas estallan contra la falta de Gobierno

La exportaciones españolas se frenan. Crecen tan sólo un 1,7% tras la caída de las ventas del sector del automóvil a Francia, Alemania y Reino Unido. El Club de Exportadores cree que el descenso es por culpa a la inestabilidad política

Las empresas estallan contra la falta de Gobierno
Las empresas estallan contra la falta de Gobiernolarazon

La exportaciones españolas se frenan. Crecen tan sólo un 1,7% tras la caída de las ventas del sector del automóvil a Francia, Alemania y Reino Unido. El Club de Exportadores cree que el descenso es por culpa a la inestabilidad política.

La capacidad exportadora de España cada vez es más débil. El comercio exterior afronta la segunda mitad del año con la amenaza de detenerse tras el frenazo registrado entre enero y junio. Las exportaciones de mercancías apenas crecieron un 1,7% durante los seis primeros meses de 2019, el peor dato desde 2014, cuando cayeron un 0,1%, según los datos publicados ayer por el Ministerio de Industria, Comercio y Turismo. La cifra alcanzó su máximo histórico en este periodo (147.408 millones de euros), pero a un menor ritmo que otros años tras un descenso del 5,7% en las ventas del sector automovilístico al exterior. No obstante, el considerable frenazo ha provocado que las grandes empresas busquen culpables más allá del pinchazo de la economía internacional.

De hecho, el Ejecutivo en funciones de Sánchez ha explicado en varias ocasiones que España está resistiendo mejor que otros países a la desaceleración económica internacional, por lo que el motivo del descenso en el crecimiento tiene que venir por otro lado. El Club de Exportadores e Inversores, que representa a compañías como Acciona, Indra o Técnicas Reunidas, asegura que la inestabilidad económica y comercial exterior no es motivo suficiente para explicar la desaceleración de las exportaciones españolas y culpa directamente a la incapacidad para crear un Gobierno «sólido y estable que encare las reformas necesarias para impulsar la competitividad internacional de las empresas españolas».

La preocupación de las grandes compañías es alta, y eso que las expectativas de los socios de la asociación empresarial, cuya facturación mundial equivale al 20% del PIB español y dan empleo a 800.000 trabajadores, no eran muy altas. Consideran que los datos «son mejores de lo que cabía prever», pero están especialmente preocupados por la cifra española en comparación con el resto de la zona euro. Mientras que nuestro país creció al 1,7%, la media de la eurozona se situó casi un punto por encima (2,6%). La tasa española se quedó, además, lejos de las de otras economías de nuestro entorno, como Francia (4,8%) o Italia (2,7%). La falta de Gobierno impide que el sector exterior consiga «mejorar la competitividad internacional de nuestras empresas», explicó el presidente del club, Antonio Bonet. Las inversiones en el exterior de sus socios representan el 50% del total nacional.

Aunque la inestabilidad política nacional sea un factor que lastra el crecimiento del comercio exterior, lo cierto es que no es el único. Las exportaciones de mercancías españolas a Reino Unido y Francia, alguno de nuestros principales socios, cayeron en junio un 3,2% y un 1,7%, respectivamente.

Por regiones, las exportaciones a América del Norte descendieron un 6,4% interanual, debido a las menores ventas de petróleo y derivados a Estados Unidos. En la Unión Europea aumentaron un 1,7%, pero destacan las menores ventas de componentes para automóviles a Francia, Alemania y Reino Unido. La situación podría ir a peor, ya que «nuestro sector más fuerte es el del automóvil y se está dando una cierta ralentización», explicó a Efe Ignacio Cantos, analista de ATL Capital, y añadió que, si sigue la guerra comercial, se exportará todavía menos. Las ventas al resto de Europa –que representan un 5,7% del total– se desplomaron un 7,2% respecto al mismo mes del año anterior. Preocupa también el descenso de las ventas a Mercosur (-13,3%) y Oriente Medio (-13,4%). Estos socios siempre «han sido buenos clientes de las empresas españolas», según afirmó Bonet.

Por su parte, las importaciones aumentaron un 1,6% en el primer semestre, hasta los 162.120 millones, lo que dejó el déficit comercial en 14.711 millones de euros, un 0,9% más que en el mismo periodo del año anterior.