Barcelona

Las incertidumbres políticas aminoran el crecimiento

Artur Mas
Artur Maslarazon

Si bien la economía española comienza a destellar, algunas motas de polvo deslucen la imagen de un país en crecimiento. España ya avanza al mayor ritmo desde el comienzo de la crisis, pero en el despegue económico se atisban vientos huracanados que podrían originar turbulencias, aminorar la marcha durante el tercer trimestre y propiciar un revés al prestigio logrado durante los últimos años. Más allá de la atonía de los emergentes y de la ralentización del comercio mundial, el desafío independentista en Cataluña y las próximas elecciones generales abonan los titubeos en el terreno doméstico.

El servicio de estudios del BBVA ya ha advertido de las amenazas que acechan a la economía española y del efecto que pueden tener las incertidumbres políticas sobre el consumo privado y la inversión. La revisión a la baja del ritmo de crecimiento durante el tercer trimestre –podría alcanzar el 0,6%– obedece, entre otros factores, al aumento de la prima de riesgo, que en parte está causado por las próximas elecciones. Aun así, prevé un crecimiento del PIB de un 3,2% en 2015 y del 2,7% durante el próximo ejercicio –muy por encima del de la zona euro–. Santiago Carbó, catedrático de Economía de la Bangor University e investigador de Funcas, considera que identificar el impacto de un factor político es bastante complejo e, incluso, poco riguroso cuantitativamente, y que habrá otros factores que puedan reducir el empuje de la recuperación.

Al margen de que algunos «vientos de cola» se hayan tornado, los «vientos de cara» torpedean el ritmo de la economía. Carbó piensa que aunque el escenario de la independencia pueda parecer improbable, el de la ruptura social y elevada tensión política es posible. Y agrega que la previsible falta de mayorías o alianzas sólidas tras las elecciones generales también constituye un perjuicio importante.

Las incertidumbres políticas afean la imagen de España y frenan el crecimiento económico. El investigador de Funcas asegura que gobernar en minoría no suele conllevar reformas estructurales y que ni siquiera el Gobierno en mayoría las lleva hasta el final. De igual modo, afirma que las reformas verdaderamente estables y con impacto positivo en la inversión son las que surgen del consenso y no se quiebran con los ciclos políticos. «Ahí España es aún inmadura y los inversores están muy atentos a ello». De forma paralela, explica que Cataluña debería tener una prima de riesgo similar a la española, y no es así. «Los inversores pagan alrededor de 200 puntos básicos más por la deuda catalana».

A 15 días de las elecciones, los empresarios preparan dos nuevos desplantes contra la independencia y algunas de las principales cámaras de comercio extranjeras con intereses en España se pronunciarán contra el soberanismo. «Se puede caer en la tentación de hacer cálculos sobre cuánto o cómo podría afectar una hipotética independencia de Cataluña a la economía española. España perdería uno de sus territorios más productivos y Cataluña se enfrentaría a una regresión y a un aislamiento difíciles de entender en una época de integración europea». Por ello, el investigador de Funcas ve necesario abrir una vía de entendimiento.

Tras la cita con las urnas en Cataluña, las elecciones generales pueden marcar el devenir económico de España, aunque Carbó cree que «los resultados no garantizan el avance de la economía» y que, más que nunca, «habrá que establecer programas que sean conjunción del esfuerzo de más de una fuerza política, sobre todo para mantener reformas, pero también para seguir haciéndolas, evitando populismos e imposiciones».

Desde comienzos de año, la diferencia entre la prima española y la italiana ha repuntado en unos 60 puntos básicos, hecho que los expertos atribuyen a las dudas generadas por la amenaza secesionista en Cataluña y por un posible cambio político tras las generales. El economista jefe de BBVA Research, Jorge Sicilia, resalta la incertidumbre política como un riesgo para la economía española e incide en el aumento de la prima de riesgo a medida que se acerca la fecha de las elecciones. «En contextos de incertidumbre se generan retrasos en las decisiones de inversión y, cuando esta incertidumbre es duradera, tiene efectos sobre el crecimiento», señala. De persistir, la divergencia entre España e Italia podría traducirse en una merma del 0,6% sobre el PIB español.

Prima de riesgo

Pese a la política expansiva del BCE, la prima de riesgo española ha llegado a escalar por encima de los 140 puntos básicos. Estefanía Ponte, directora de Análisis y Asesoramiento de BNP Paribas, sostiene que de no existir un desafío independentista y unas elecciones generales, «la prima de riesgo española debería situarse en niveles similares a los de Italia –en torno a los 100 puntos básicos–». Por su parte, Victoria Torre, analista de Self Bank, admite que el incremento de la prima de riesgo española al que estamos asistiendo en los últimos tiempos se debe, entre otros factores, a la amenaza catalana y a las próximas elecciones generales. Torre recuerda que Cataluña supone un 20% del PIB español y que, al mismo tiempo, es la comunidad con mayor deuda. Las consecuencias de una hipotética independencia «se dejarían sentir para ambas partes, pero especialmente para Cataluña, cuya prima –que ahora ronda los 365 puntos– podría duplicarse por las dudas sobre la sostenibilidad de su deuda». En el caso de España, y aislando el efecto de las elecciones generales, la analista de Self Bank piensa que el impacto sería más limitado y que «tal vez podría incrementar la prima hasta el entorno de 160-180 puntos, aunque es complicado hacer previsiones».