Las pensiones necesitan 4 millones más de cotizantes

Cada mes, el Estado se gasta más de 7.000 millones de euros en el pago de pensiones, un importe que sufragan los trabajadores en activo con sus cotizaciones. Con la población española envejeciendo a marchas forzadas año tras año, lo que implica cada vez más pensiones, y un paro galopante, lo que supone cada vez menos cotizantes, el sistema, tal y como está concebido, es difícilmente sostenible en el tiempo. El Fondo Monetario Internacional (FMI) y la Comisión Europea (CE) lo vienen advirtiendo desde hace tiempo y el Gobierno, pese a la reforma que se hizo hace un par de años, trabaja ahora para introducir cambios para, entre otras cuestiones, solucionar también otro de los problemas del régimen como es el de sus fuertes revalorizaciones, otro de los motivos por los que la caja ya no cuadra. Tanto es así, que el pasado año, y por primera vez, hubo que recurrir al Fondo de Reserva para completar las pagas extras de los pensionistas de verano y de Navidad.

Para que un sistema público de pensiones como el español esté financieramente saneado y sea sostenible en el tiempo, se requiere que por cada pensionista haya unos 2,5 cotizantes, tasa que se elevaría hasta 3 para que sus condiciones financieras sean óptimas. En marzo, en la Seguridad Social había 16,1 millones de afiliados ocupados y 8,19 millones de pensionistas, o, lo que es lo mismo, 1,97 cotizantes por pensionista. La conclusión es bastante simple: el sistema, a día de hoy, no cumple con los parámetros que los expertos consideran adecuados para que esté desahogado y sea viable en el tiempo. Para alcanzar el umbral del 2,5, sería necesario que hubiese 20,4 millones de cotizantes, 4,3 millones más que los actuales. Si el cálculo se elabora tomando en cuenta no el número de pensionistas, sino el de pensiones que ahora mismo está pagando la Seguridad Social, y que asciende a 9.016.587, el número de ocupados tendrían que elevarse hasta los 22,5 millones, pues la tasa actual es de 1,79 cotizantes por cada pensión que sufraga el Estado.

En comunidades como Galicia o Asturias, la proporción entre pensionistas y trabajadores es casi de uno a uno. Si pueden pagar sus pensiones es gracias a que el sistema de caja única lo permite. El Estado recauda el dinero destinado a este fin en todo el territorio nacional y se encarga después de los pagos con independencia del lugar de residencia del pensionista.