Las redes sociales llevan a los españoles a gastar por encima de sus posibilidades

Un 36% reconoce Twitter o Facebook los lleva a consumir más de lo que pueden permitirse, según un estudio de Intrum

Miles de personas permanecen conectadas a cualquier hora del día a las decenas de redes sociales que hay en todo el mundo. Para las marcas comerciales, representan un caladero de potenciales clientes que ninguna quiere dejar escapar, por lo que el bombardeo de mensajes es masivo. Y efectivo. Un 36% de españoles reconoce que las redes influyen en sus decisiones de compra, llevándolos a consumir más de lo que pueden permitirse económicamente, según el Informe Europeo de Pagos de Consumidores elaborado por Intrum, compañía de gestión de créditos y activos.

Como no siempre se dispone de efectivo para acometer esas compras, la solución es tirar de crédito. El 43% de los españoles encuestados estaría dispuesto a solicitar financiación para adquirir bienes de consumo, lo que sitúa a España como el tercer país de Europa que tiene más predisposición a pedir préstamos para este fin, sólo superados por letones y polacos.

Aunque en su Informe de 2018 el Banco de España asegura que el crédito al consumo se ha moderado en los últimos meses, lo cierto es que, al calor de la recuperación económica y la mejora del empleo, en los tres últimos años estos préstamos se han disparado un 40%, según recuerda Intrum. Sin embargo, desde la compañía advierten de que, antes de plantearse comprar a crédito, es recomendable valorar los riesgos que conlleva la operación y sopesar sus riesgos, especialmente si no se tiene en cuenta el cómputo global de la deuda contraída.

Para evitar sobresaltos, Intrum recomienda valorar si el bien o servicio que se va a adquirir con el crédito es realmente necesario. Después, estudiar si, con los ahorros disponibles, se puede afrontar el gasto o es necesario pedir un crédito. En el caso de solicitarlo, la compañía aconseja conocer cuál es el importa total a pagar, con los intereses y comisiones. Conviene asegurarse también de que la cuota mensual puede ser asumida y de las consecuencias que tiene retrasarse en un pago. En caso de no cumplir con las obligaciones, la entidad financiera que haya concedido el crédito activará automáticamente los intereses de demora e incluirá al cliente de forma automática en un listado de morosos, cerrándole automáticamente las puertas a cualquier nueva financiación.